Este viernes acompañado de mi compañera diputada Ana Vázquez y de los senadores Carmen Leyte y Amador Vázquez dimos en Ourense una rueda de prensa:
En primer lugar me referí a los lamentables datos de paro que se acababan de divulgar por el Ministerio de Trabajo. A fecha 30 se septiembre en la provincia de Ourense había 22.085 personas registradas como paradas, de las que 12.673 eran mujeres, y 9.412 hombres y que afecta a 2.138 jóvenes menores de 25 años.
El paro no cesa de crecer y en un solo año creció en Ourense 3.334 personas, un 17,78 %. No son números, son personas que nos rodean y todos conocemos personalmente a muchos.
También me acordé de citar a tantos ourensanos que ejerciendo profesiones o como empresarios autónomos, del comercio, la industria, el transporte, la agricultura y los servicios en general han cesado su actividad por falta de trabajo, por falta de ventas, por ausencia de financiación, o por todas estas causas y que no tienen desempleo.
En Galicia las cifras de paro se han disparado hasta los 200.465 personas, 43.631 más que hace un año, 111.840 eran mujeres y 88.6161 hombres; 20.973 tenían menos de 25 años.
Para España se nos ha facilitado la cifra de 3.709.447 parados registrados, pero la alarma ha saltado cuando Eurostat, la oficina estadística de la Unión Europea afirma que nuestra nación tiene ya 4.348.000 parados, un 18,9 % de la población activa.
Son datos muy dramáticos y que desgraciadamente está previsto que empeoren. Mientras en Europa la recuperación ha comenzado, España sigue en recesión.
En este escenario los presupuestos del Estado deberían ser un instrumento para impulsar un cambio, pero desgraciadamente a nuestro juicio, los que nos acaba de presentar Zapatero para 2010 no son la solución porque generan más paro, más déficit y más deuda.
También me acordé de citar a tantos ourensanos que ejerciendo profesiones o como empresarios autónomos, del comercio, la industria, el transporte, la agricultura y los servicios en general han cesado su actividad por falta de trabajo, por falta de ventas, por ausencia de financiación, o por todas estas causas y que no tienen desempleo.
En Galicia las cifras de paro se han disparado hasta los 200.465 personas, 43.631 más que hace un año, 111.840 eran mujeres y 88.6161 hombres; 20.973 tenían menos de 25 años.
Para España se nos ha facilitado la cifra de 3.709.447 parados registrados, pero la alarma ha saltado cuando Eurostat, la oficina estadística de la Unión Europea afirma que nuestra nación tiene ya 4.348.000 parados, un 18,9 % de la población activa.
Son datos muy dramáticos y que desgraciadamente está previsto que empeoren. Mientras en Europa la recuperación ha comenzado, España sigue en recesión.
En este escenario los presupuestos del Estado deberían ser un instrumento para impulsar un cambio, pero desgraciadamente a nuestro juicio, los que nos acaba de presentar Zapatero para 2010 no son la solución porque generan más paro, más déficit y más deuda.
No son austeros – el gasto de la Administración sube un 17 % - no apuestan por la inversión real – ya que cae un 10,2 % - y la necesidad de financiar el gasto público desmesurado mediante crecientes emisiones de deuda pública está lastrando la salida de la crisis.
A mayores Zapatero decide subir los impuestos, que es lo opuesto a lo que necesita nuestra economía – perjudicará el ya pobre consumo- y lo hará basándose en los indirectos como el IVA que no distingue entre jubilados, parados, o mileuristas, y que atenta contra las economías modestas y medias. La subida de la carga tributaria sobre las rentas de trabajo y el ahorro, empobrecerá más a las familias.
Unos presupuestos que ponen en riesgo el mantenimiento de la política social porque no pueden asegurar la recaudación y sólo generan parados.
A mayores Zapatero decide subir los impuestos, que es lo opuesto a lo que necesita nuestra economía – perjudicará el ya pobre consumo- y lo hará basándose en los indirectos como el IVA que no distingue entre jubilados, parados, o mileuristas, y que atenta contra las economías modestas y medias. La subida de la carga tributaria sobre las rentas de trabajo y el ahorro, empobrecerá más a las familias.
Unos presupuestos que ponen en riesgo el mantenimiento de la política social porque no pueden asegurar la recaudación y sólo generan parados.
Se impone un cambio de rumbo, hay 22.085 razones para hacerlo.