Hoy hemos tenido en el Congreso de los Diputados una importante sesión plenaria en la que se debatía la convalidación o derogación del Real Decreto Ley 8/2010, de 20 de mayo, por el que se adoptan medidas extraordinarias para la reducción del déficit público.
En nombre de nuestro Grupo Parlamentario intervino Mariano Rajoy que ha empezado su discurso ante un hemiciclo repleto diciendo:
“Señor presidente, señorías, simple y claramente, no”
Y a continuación ha explicado las razones de nuestro voto contrario: por estimarlo improvisado, insuficiente e injusto. Por qué las medidas que comprende se han tomado a la ligera, no atienden a la exigencias de la presenta situación y cargan injustamente e innecesariamente los desaguisados del Gobierno sobre los sectores más indefensos de la sociedad.
Rajoy se ha mostrado partidario de la reducción del déficit, pero no así. No haciéndolo recaer sobre las capas más indefensas de nuestra sociedad.
Dijo que este Real Decreto no se creará ni un solo puesto de trabajo, todo lo contrario, y que por eso estas medidas acentúan la necesidad de adoptar otras que fomenten el crecimiento y el empleo.
Nuestro Presidente ha invocado una ves más que para salir de este trance, España necesita un plan integral de actuaciones que además de ahondar en la restructuración del gasto público liberalice mercados y consolide el sistema financiero.
Continuó diciendo que este decreto ley es rechazable porque es profundamente injusto ya que contempla un recorte en los gastos sociales como no se había conocido en esta democracia, nunca se había conocido un recorte igual. Y le ha dicho al señor Rodríguez Zapatero que con las prisas y con las improvisaciones, con el como sea, ha ido a lo fácil, a lo débil, a lo resignado y castiga particularmente a aquellos a los que ya no les quedan ninguna capacidad para defenderse que son los pensionistas.
Rajoy dijo que lo más sarcástico es que con los 13 mil millones que se han despilfarrado por parte del Gobierno para que los municipios arreglaran aceras y jardines sin crear un solo puesto de trabajo estable, no hubiera necesitado el Gobierno arramblar con el dinero de las pensiones, ni tocar el bolsillo de los funcionarios. Ni hacer un Decreto Ley tan injusto como este.
Finalizó su intervención con un resumen: el Real Decreto Ley es improvisado, es injusto, es insuficiente porque no crea empleo ni riqueza, rompe los acuerdos del Pacto de Toledo, se impone y se ha hecho sin hablar con nadie y además lo presenta una persona, el Presidente Zapatero en la que no creemos y que es el peor lastre para la economía española.
Sometido a votación el Real decreto-ley fue convalidado por 169 votos a favor, siendo los votos contrarios 158, y 13 las abstenciones.