miércoles, 6 de agosto de 2014

Nun sistema financeiro que se perciba como insolvente é imposible a recuperación

O pasado martes 29 de xullo daba conta neste blog dalgúns dos temas tratados polo ministro de economía e competitividade Luis de Guindos, con ocasión da súa comparecencia en Comisión do Congreso para informar da situación económico-financeira da economía española e do noso ámbito.

Nesa sesión prestei especial atención ás informacións que deu o ministro sobre o sistema financeiro español. Hoxe releo o diario de sesións e traslado literalmente aquelas que xulgo de maior interese:

Na súa primeira intervención:

"Señorías, pasamos a otro capítulo, al sector financiero. Hoy tenemos un sector financiero saneado y solvente que está apoyando la recuperación. La reforma financiera ha sido el factor clave en la salida de la crisis. Sin la reestructuración, saneamiento y recapitalización del sistema financiero no hubiera sido posible ni la recuperación de la actividad ni la recuperación del empleo. 

Hace dos años el principal lastre que tenía la economía española era el sector financiero; teníamos una especie de bucle, de círculo vicioso entre el riesgo bancario y el riesgo macroeconómico. Hoy, gracias a las medidas adoptadas en el sector financiero, el mismo ha pasado a convertirse en un soporte de la recuperación. Esta es la razón principal del alivio de la restricción financiera que comentaba anteriormente, que impedía hace solamente dos años que España se financiara en los mercados de capitales. El sector financiero ha recuperado su credibilidad y solvencia. 

Hoy las entidades están bien preparadas para afrontar tanto los test de estrés como la revisión de la calidad de los activos que va a realizar, que está realizando en estos momentos el supervisor único, antes de que efectivamente se convierta en dicho supervisor único, y cuyos resultados conoceremos antes de final de octubre. Este cambio en la percepción del sistema financiero explica el creciente interés inversor en las entidades españolas. Nos ha permitido vender dos entidades en los últimos meses a un precio positivo y sin ningún tipo de ayuda adicional de naturaleza pública. 

Hoy el FROB ya solo mantiene posiciones de control en dos entidades, Bankia y BMN. En este sentido, el pasado lunes 21 de julio, concluyó el proceso de venta de Catalunya Banc. Tras la recapitalización y consecuente nacionalización llevada a cabo a finales del año 2012, el FROB puso en marcha una serie de actuaciones que eran imprescindibles para conseguir, como decía anteriormente, su venta. Se cambió el equipo gestor de la entidad, se realizó un proceso de saneamiento y reestructuración que incluyó un ERE acordado por la plantilla, se vendió —estoy seguro que después podremos comentar las características de dicha cartera— la venta por separado de una cartera de préstamos de la entidad, cuyo valor bruto en libros era de 6.400 millones. Finalmente, la entidad se adjudicó al BBVA por un importe de 1.187 millones, por el cien por cien de su capital, en una subasta a la que también acudieron otros dos grandes bancos nacionales. Este hecho contrasta con las anteriores subastas de la entidad que, de haberse llevado a cabo, habrían requerido —vuelvo a repetirles— la inyección de fondos públicos adicionales en cuantías muy elevadas.

Les recuerdo que la Comisión Europea —y esto es importante tenerlo en consideración— declaró a Catalunya Banc, en el año 2012, entidad en resolución, en la medida en que estimó que era una entidad inviable. Esto nos obligaba a iniciar su proceso de venta antes del año 2015. En aquel momento se evaluaron dos alternativas que teníamos disponibles: su liquidación, lo que nos habría costado cerca de 18.000 millones de euros, según la evaluación de tres expertos independientes, o bien ejecutar el plan de resolución, como finalmente hemos hecho. Esta opción ha sido la de menor coste y ha permitido reducir el impacto para el contribuyente derivado de esta entidad, aparte de mantener un porcentaje importante de sus puestos de trabajo. Como es evidente y ya he reiterado en numerosas ocasiones, si la reestructuración, saneamiento y recapitalización del sector financiero se hubiera producido con anterioridad, las ayudas públicas requeridas hubieran sido muy inferiores. 

En cualquier caso, lo más importante es que la venta de esta entidad constituye un paso más en la recuperación de la confianza en el sector financiero y, por extensión, en la economía española. La inyección de 12.000 millones de fondos públicos en Catalunya Banc permitió, por un lado, garantizar la estabilidad del sector financiero, y, por otro, asegurar que los ahorros depositados por los ciudadanos no tuvieran que hacer frente al agujero creado por políticas de crédito irresponsables del pasado. Precisamente una de las particularidades de Catalunya Banc es el importante deterioro en su cartera crediticia, con unas pérdidas que superan en gran medida a la media del sector. Por este motivo, el FROB, con la colaboración del Banco de España, está llevando a cabo desde el año 2013 una evaluación detallada de dicha cartera. Este análisis se estácentrando en valorar cuáles fueron los criterios de otorgamiento de los créditos y la política de control de riesgo de la entidad. En el supuesto de detectar posibles irregularidades, se pondrá dicho comportamiento en conocimiento de la fiscalía.

 En definitiva, señorías, nuestra actuación ha permitido contener los riesgos de contagio que hubiesen tenido un efecto dominó sobre el sistema financiero y, por extensión y de forma amplificada, sobre la actividad económica y el empleo; ha evitado la imposición de pérdidas a los depositantes y a los pequeños ahorradores, lo cual habría afectado muy negativamente a la confianza, además de haber sido injusto, y ha permitido la ruptura del vínculo entre riesgo bancario y riesgo soberano.

Señorías, la reforma financiera ha sido el elemento fundamental que evitó el rescate completo de la economía española y con ello los costes y duras consecuencias que hubiera supuesto. Este Gobierno ha sido exigente con el sistema financiero, especialmente con las entidades nacionalizadas y con sus equipos de gestión. Hemos limitado el sueldo y las indemnizaciones de los directivos, hemos relevado a los equipos gestores de dichas entidades y hemos reforzado el papel de las entidades supervisoras, entre otras muchas medidas. 

Del mismo modo, hemos dado una solución a los ahorradores afectados por la mala comercialización de productos financieros complejos como las participaciones preferentes. El procedimiento de arbitraje establecido por el Gobierno ha permitido que hasta el momento más de 315.000 personas hayan recuperado su inversión, incluyendo el canje de acciones de Bankia. Este Gobierno también ha tomado medidas para proteger a los colectivos más afectados por la crisis. En total, más de 19.500 familias se han beneficiado de todas las políticas adoptadas por el Gobierno para proteger a los colectivos más vulnerables, aquellos que o bien han perdido su vivienda o bien pueden estar en riesgo de perderla. El código de buenas prácticas ha permitido 6.500 reestructuraciones viables y más de 2.100 daciones en pago. Por otro lado, ya se han adjudicado más de 900 viviendas del Fondo social de viviendas y se han suspendido más de 10.000 lanzamientos desde la entrada en vigor de la normativa destinada a este fin."

Segunda intervención: 

"He dicho que en un sistema financiero que se perciba como insolvente es imposible la recuperación. Eso lo sabía este Gobierno, lo sabía también el anterior y lo sabe cualquier Gobierno. Es decir, no hay recuperación posible cuando existen dudas sobre la salud de los bancos —esa es una realidad que todos tenemos que aceptar—, y eso impone posteriormente una serie de condicionantes al sector financiero. Esa es una realidad que no tiene que ver tanto con la concesión de crédito, que sí, como con que efectivamente si las entidades en las cuales tenemos nuestros ahorros se perciben como poco solventes, inmediatamente se genere una situación de desconfianza brutal. Por lo tanto, cualquier Gobierno responsable sabe que para mejorar la situación económica, el crecimiento económico y la generación de empleo o se tiene un sistema financiero saneado, reestructurado y ajustado o se encuentra con una dificultad fundamental, va a ser imposible la recuperación.

Los datos. Voy a intentar dar todos dos datos, señor Anchuelo. Voy a dejar fuera 40.000 millones que hubo de garantías porque la mayoría ya se ha devuelto —las dio el Gobierno anterior— y vamos a ir fundamentalmente a ayudas desde el punto de vista del capital. El anterior Gobierno hasta finales de 2011 otorgó ayudas de capital por importe de 30.000 millones de euros, de los cuales aproximadamente —si no me falla la memoria— 23.000 fueron estrictamente capital y después se otorgaron una serie de esquemas que se llamaban EPA, esquemas de protección de activos; los dio el Fondo de garantía de depósitos. 

Se dijo en ese momento que el Fondo de garantía de depósitos no pertenecía al sector público e inmediatamente Eurostat, cuando se dio cuenta del importe de las EPA, lo transformó y lo metió en el sector público, con lo cual los esquemas de protección de activos del Fondo de garantía de depósitos en estos momentos son exactamente iguales que los del FROB, por ejemplo el FROB tiene alguno pequeño. Una vez dicho eso, se dieron 30.000 millones de euros que pueden evolucionar, porque el problema de los esquemas de protección de activos es que no sabes cuánto te van a costar porque estás dando una garantía en el tiempo. Por ejemplo, en el caso de la CAM, que es el más importante, ha ido evolucionando y creciendo en el tiempo; se dieron 5.500 millones de capital y después un esquema de protección de activos que primero se valoró en más de 1.000, luego en más de 2.000, estamos en más de 3.000 y ya veremos cómo termina.

Sin embargo, no critico al Gobierno anterior que intentara de alguna forma inyectar capital por importe de 30.000 millones de euros, lo que creo es que fue una oportunidad perdida que no se realizara la reestructuración del sector. Se utilizó la figura de los SIP. ¿Se acuerdan ustedes? Hubo siete SIP y todos han desaparecido y han sido un fracaso. 

Además, la realidad durante esa temporada —ya había empezado la crisis financiera— era que se emitieron por parte de las entidades problemáticas —lo que comentaba anteriormente el señor Hurtado— cerca de 9.000 millones de euros de participaciones preferentes que se colocaron entre 600.000 inversores particulares. ¿Por qué? Porque hacía falta capital. Además, como saben ustedes perfectamente, tuvimos dos salidas a Bolsa de dos entidades y a pesar de todo ello, ni se modificó el gobierno corporativo de las entidades, ni se ajustó la remodelación de los banqueros, ni hubo ningún tipo de modificación en relación con sus indemnizaciones y sus pensiones.

 Y a finales del año 2011 y principios del año 2012 nos decían que, a pesar de esos 30.000 millones de euros, como consecuencia de la falta de reestructuración real, el sistema financiero español necesitaba más de 100.000 millones de euros entre capital y provisiones. Bank of America Merrill Lynch nos los estimó en 122.000 millones, Goldman Sachs en 114.000 millones, Royal Bank of Scotland —siempre los bancos de inversión acaban exagerando todo— 134.180 y el City 140.000 millones de euros. 

Es decir, habíamos metido 30.000 millones hasta finales del año 2011 y esa era la situación. Llega el nuevo Gobierno y ¿qué es lo que hace? Lo primero que hace es dictar dos decretos-leyes en los cuales se incrementan las provisiones —que eso no tiene nada que ver y ese es el contexto en el que hablo de coste financiero— de los bancos en 80.000 millones de euros. Eso va estrictamente contra cuenta de resultados de los bancos. Y es la primera actuación de realismo que va a permitir además, pasados dos años, que la banca española pase lo que se denomina el asset quality review, es decir, la valoración de los activos que en estos momentos se está realizando. Si no se hubieran incrementado las provisiones —que fueron fundamentalmente para crédito promotor— en 80.000 millones de euros, en estos momentos la banca española tendría un problema muy importante para superar las pruebas del AQR, del asset quality review, o como lo quieran ustedes llamar, que se están realizando.

Después, entramos en otra cuestión que consistía en que en el marco del programa de asistencia financiera pedimos a dos valoradores independientes que nos dijeran exactamente las necesidades de capital. Habíamos tenido una primera aproximación, que fue la del Fondo Monetario Internacional, que nos dijo que necesitábamos aproximadamente 37.000 millones de euros de capital, y nos hicieron dos tipos de ejercicios, uno de arriba abajo y otro de abajo arriba. Al final lo que ocurrió es que se determinaron unas necesidades de capital de 39.000 millones de euros, que este Gobierno inyecta a una serie de entidades en Galicia, en CatalunyaCaixa y en Bankia, fundamentalmente, como las más relevantes, y, lógicamente, en ese caso las nacionaliza todas con esas inyecciones de capital. 

De esos 39.000 millones de euros, señorías, el 85% es para cubrir agujeros, es decir, era neto patrimonial negativo. Es decir, de los 12.000 millones que metimos, por ejemplo, en CatalunyaCaixa, aproximadamente 10.000 eran porque CatalunyaCaixa valía algo más de menos 10.000 millones de euros y Bankia valía aproximadamente menos 20.000 millones de euros. Esa fue la realidad, se destinaron a cubrir agujeros. Pero el Gobierno no se quedó ahí; el Gobierno limitó el sueldo de los banqueros, limitó las indemnizaciones y las pensiones a recibir e incluso en algún caso se negó a pagarlas explícitamente por primera vez. 

Por otro lado, como ustedes también conocen perfectamente, constituimos la Sareb, compró 100.000 millones de euros de activos tóxicos y, señorías, en estos momentos no sé si han visto ustedes un solo informe en el cual se nos diga que el sistema financiero español necesita capital o puede tener problemas importantes para pasar y aprobar los test que tendremos en los próximos meses. Esa es la primera consideración.

 Es decir, la mejora de la percepción de la economía española está íntimamente ligada a la mejora de la percepción del sistema financiero español. A nosotros lo que de alguna forma nos mataba, desde el punto de visto económico, a mediados del año 2012 era la percepción de un sistema financiero que necesitaba muchísimo capital y la imposibilidad del Tesoro público español para rescatar a ese sector financiero. 

Por eso tuvimos que ir a un programa de asistencia financiera. Hoy la situación es completamente distinta. Yo no sé cuánto es, supongo que es muchísimo, en términos de intereses y de acceso al mercado de capitales, pero le puedo decir que desde el punto de vista cualitativo, si existe recuperación en este momento en España es como consecuencia de ese proceso de reestructuración y de refinanciación.

Pero a pesar de todo eso —como siempre, el señor Anchuelo hace mucha incidencia en los números—, hemos inyectado 39.000 millones de euros. ¿Cuánto hemos recuperado por el momento? Hemos recuperado, si no me falla la memoria, unos 1.000 millones en Novacaixagalicia, unos 1.200 millones en el caso de CatalunyaCaixa, hemos recuperado por el 7,5% de Bankia 1.300 millones, nos han pagado 1.000 millones de bonos convertibles, de COCO, que había en Banca Cívica y hemos tenido intereses en el FROB por importe de unos 500 millones de euros. Si no me fallan los cálculos, son aproximadamente 5.000 millones de euros.

 La factura de 39.000 millones se tiene que minorar en estos 5.000 millones de euros; estamos en 34.000 millones de euros. ¿Cuáles son los activos del FROB? Los activos del FROB en este momento son fundamentalmente BFA Bankia, que es al cien por cien; BMN, y además en obligaciones en Cocos hay unos 1.000 millones de euros. En estos momentos esas participaciones valen aproximadamente 16.000 millones de euros. Pero, señorías, y esto es lo importante, ¿cómo estaba la acción de Bankia hace un año? Al 0,7. ¿Cómo está hoy? No lo sé, no lo he mirado, pero me parece que está en el 1,40 aproximadamente, es decir, se ha doblado. Tenemos que esperar al final para ver exactamente lo que ocurre y, le vuelvo a decir, nuestra obligación es intentar que eso valga más.

 Hoy Bankia, que es la parte importante, que es el jugador fundamental del sistema bancario español en estos momentos en manos del Gobierno, está bien gestionada y además se puede aprovechar de la recuperación de la actividad económica en España. Por tanto, vamos a esperar, señorías, incluso por ese cálculo en el cual no tenemos en cuenta los efectos indirectos que, desde mi punto de vista, son mucho más importantes, a ver qué es lo que ocurre. Si hace un año yo hubiera dicho aquí que por el 7,5% de Bankia nos iban a pagar 1.300 millones, ustedes, con toda la razón del mundo, hubieran dicho que estaba en otro mundo. Pues por el 7,5% nos pagaron 1.300 millones de euros. 

Yo espero que a través de la privatización que, a diferencia de lo que ocurre con CatalunyaCaixa y Novacaixagalicia, no tiene límite temporal tan explícito como en el caso de Galicia y en el caso de CatalunyaCaixa, podamos, de algún modo, recuperar la inmensa mayoría de los 39.000 millones de euros que inyectó este Gobierno en ayudas públicas, mucho más allá de lo que son los beneficios absolutamente claros que ha tenido la reestructuración del sistema financiero en España.

El señor Anchuelo me pedía una explicación sobre CatalunyaCaixa. La operación de CatalunyaCaixa, como saben ustedes, ha tenido dos partes: Una ha sido la venta de una cartera que se desgajó y después la venta de la entidad. Esta cartera eran hipotecas individuales por importe de unos 6.400 millones de euros. Ustedes saben que se ha vendido —estaba muy provisionada, pero no suficientemente— por un importe de 2.200 millones de euros y nos han dado una cantidad que, de acuerdo con muchísimos analistas del sector financiero, ha sido, sin duda, muy positiva. La cuestión es: ¿Cómo se ha podido generar una cartera de hipotecas individuales, que en un 80% está refinanciada y cuya mora —la mora media de las hipotecas individuales en España está en torno al 6 %— es muchas veces superior? ¿Cómo es posible? Aquí es donde efectivamente el FROB, junto con el Banco de España, está haciendo un análisis forensic y lo que se ve es que siempre se reproducen las mismas operaciones con determinados promotores y el mismo tipo de operación. No tengan ustedes la más mínima duda de que, igual que ha ocurrido con otras diecinueve operaciones que ya el FROB ha mandado al fiscal, cuando efectivamente se analice, si se ve el más mínimo comportamiento irregular, el FROB, igual que ha ocurrido en las otras diecinueve operaciones que indicaba anteriormente que se han mandado ya al juzgado, al fiscal, en este caso hará exactamente lo mismo."


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