Destaco del Consejo de Ministros celebrado ayer la aprobación de la remisión
al Consejo de Ministros de la Unión Europea y a la Comisión Europea de la
actualización del Programa de Estabilidad de España 2016-2019 y del Programa
Nacional de Reformas de España 2016.
Una remisión que se efectúa en cumplimiento
de obligaciones europeas, con el
objetivo en este ejercicio de coordinar las políticas económicas nacionales y
lograr los objetivos establecidos para la Unión Europea en su conjunto.
Gobierno en funciones
Este año la situación es excepcional, dado
que el Gobierno se encuentra en funciones; pero ello no exime del cumplimiento
de las obligaciones europeas de presentar ambos documentos, en los cuales el
Gobierno explica la evolución reciente de la economía española, el grado de
avance en su agenda de reformas y el cumplimiento de las recomendaciones
específicas formuladas por el Consejo Europeo en junio de 2015, además de
exponer su escenario macroeconómico y fiscal a medio plazo.
Programa de Estabilidad
La economía española mantendrá un ritmo de
crecimiento medio del 2,5 por 100 en los próximos cuatro años y se crearán un
total de más de 1,8 millones de empleos, hasta alcanzar prácticamente los
veinte millones de ocupados en 2019, junto con una disminución del paro en
similar cuantía. Se trata de previsiones prudentes y realistas que sustentan y
hacen creíble la senda de reducción del déficit público que sitúa el
desequilibrio fiscal por debajo del 3 por 100 el año próximo y en el 1,6 por
100 del PIB en 2019.
Las previsiones del Programa de Estabilidad
prolongan cuatro años más el crecimiento económico y la salida de la recesión
que se inició en 2013 después de cinco años de caída del PIB y de la
destrucción de casi 3,5 millones de empleos. Se estima que a finales de 2016 se
recuperará el nivel de renta que tenía la economía española al comienzo de la
crisis y, a partir de ahí, se consolidará un ritmo de crecimiento medio anual
del 2,5 por 100. Son cifras que mantendrán a España a la cabeza del crecimiento
económico y la creación de empleo entre los países avanzados. Respecto de los
socios de la zona euro, la previsión es que se mantendrá un diferencial
positivo de más de medio punto en el crecimiento a lo largo de estos años.
Fortaleza de la economía
Las reformas económicas llevadas a cabo --la
laboral, el saneamiento financiero y la consolidación fiscal-- están detrás de
la fortaleza de la economía española. La corrección de los desequilibrios
macroeconómicos y la mejora en la competitividad derivada de las reformas
permite amortiguar el impacto en el crecimiento de un entorno internacional
complejo. El Programa de Estabilidad proyecta una suave desaceleración en los
dos primeros años, derivada, sobre todo, de factores externos, como las dudas
sobre el crecimiento de China, la caída de los precios de las materias primas y
su efecto en los países emergentes, la volatilidad de los mercados o el agotamiento
de los márgenes de actuación de la política monetaria.
Demanda interna
El ritmo de crecimiento sostenido de la
economía española que se prevé hasta 2019 se basa en la demanda interna, cuya
aportación superará una media de 2,5 puntos. Dentro de la demanda interna, la
inversión crecerá en torno al 5 por 100 medio anual, con más fuerza en el caso
de los bienes de equipo que en la construcción. El consumo privado mantendrá un
crecimiento en torno al 2,5 por 100. El sector exterior mejorará su aportación
al crecimiento del PIB y pasará a estar en equilibrio a partir de 2018.
Tanto el paro como el empleo prolongan,
igualmente, el ciclo positivo que se inició hace dos años y que permiten
proyectar la recuperación de los niveles de ocupación que tenía la economía
española antes de la crisis. Para finales de 2019 está previsto alcanzar
prácticamente los veinte millones de ocupados mediante un ritmo de crecimiento
anual medio de unos 470.000 nuevos puestos de trabajo. El número de parados se
estima que bajará alrededor de 1,8 millones en estos cuatro años y la tasa de
paro descenderá desde el 22,1 por 100 de 2015 hasta el 14 por 100 esperado para
2019.
Las mejoras de competitividad y el
desapalancamiento de la economía permitirán, además, reducir el endeudamiento
exterior neto. Todo ello gracias a que durante todo el período habrá superávit
por cuenta corriente y capacidad de financiación frente al resto del mundo, por
encima del 2 por 100 del PIB en este último caso. De confirmarse esta
previsión, España completará el ciclo más largo de saldo positivo en nuestras
cuentas frente al exterior, con ocho años seguidos de capacidad de
financiación.
Programa Nacional de Reformas (PNR)
En relación con las reformas futuras, al estar el Gobierno en funciones, el PNR 2016 únicamente esboza, en términos generales, cuáles serían las medidas que, en su opinión, sería necesario adoptar a partir de ahora para mantener el crecimiento y el ritmo de creación de empleo, consolidando lo conseguido en estos cuatro últimos años, en los que el Gobierno ha puesto en marcha una ambiciosa agenda de reformas que han transformado la economía española.
El principal objetivo de la política
económica en España debe seguir siendo la creación de empleo y la calidad del
mismo. Para ello, es necesario seguir creciendo de forma equilibrada y ganando
capacidad de competir en el exterior. Por eso, es crítico que la política
económica en España en este momento se centre en la competitividad. Por ello,
es necesario profundizar en las reformas que se han puesto en marcha en los
últimos cuatro años. Se identifican cinco áreas de actuación en el PNR 2016:
Creación de empleo e inclusión social: La
creación de empleo es el objetivo prioritario. Esta es, además, la vía más
efectiva para luchar contra la pobreza y la exclusión social.
Mercados de bienes y servicios: Es necesario
seguir avanzando en el aumento de la competencia y el funcionamiento eficiente
de los mercados, en particular en los que suministran inputs y servicios
esenciales a nuestras empresas: energía, sector financiero o transporte, entre
otros. Se trata de que las empresas españolas tengan el mejor entorno para
desarrollar su actividad y poder competir.
Respaldo a la iniciativa emprendedora y del
desarrollo empresarial: Es necesario dar continuidad a las políticas que
favorezcan la actividad emprendedora porque son las Pymes las que generan más
empleo en España.
Crecimiento sostenible: I+D y Medioambiente:
En el ámbito de I+D, seguir potenciando el papel del sector público y también
el desarrollo de la investigación e innovación privadas, estableciendo
mecanismos efectivos de colaboración entre ambos. En cuanto a medioambiente,
los aspectos medioambientales deben ser incorporados en la política económica
con un objetivo claro de hacer posible crecimiento sostenible y competitivo.
Todas las actuaciones dirigidas a favorecer el cambio climático deben englobarse
en una nueva Ley de Cambio Climático, para garantizar su efectividad y
coherencia.
Eficiencia de la administración pública: La
reforma de las Administraciones Públicas impulsada por CORA parte del
convencimiento de que una economía competitiva exige unas Administraciones
Públicas modernas, transparentes y ágiles. Por ello es necesario seguir
avanzando en este ámbito. En 2016 existen medidas de la CORA aún en fase de
implementación, lo que permitirá continuar generando ahorros y se continuará
con el impulso a la administración electrónica.
Ámbito fiscal
Seguir la consolidación fiscal con senda
moderada para salir del procedimiento de déficit excesivo, haciendo uso de la
flexibilidad que permite la normativa europea y atendiendo al contexto de la
situación fiscal y financiera de España, en línea con lo planteado por el
Programa de Estabilidad.
Reformar el sistema de financiación
autonómica para asegurar un nivel mínimo de servicios en todos los territorios,
definiendo una cartera común en las áreas fundamentales (sanidad, educación y
servicios sociales) y asegurando su financiación estable y suficiente,
independientemente de la coyuntura económica. El objetivo es asegurar que todos
los ciudadanos pueden acceder al mismo nivel y calidad de servicios públicos básicos,
independientemente de su lugar de residencia.
Seguir con la lucha contra el fraude y la
evasión fiscal como una de las prioridades del Gobierno. Hasta la fecha, se han
conseguido importantes resultados: entre 2012-2016 se han recaudado por
actuaciones de lucha contra el fraude 50.449 millones de euros, históricamente
los mejores datos de la Agencia Tributaria. Es necesario seguir avanzando en
dos ámbitos en paralelo: intensificar las actuaciones a nivel nacional y
continuar desempeñando un papel activo en las distintas iniciativas
internacionales (FMI, OCDE, etc.).
Ámbito europeo
En el ámbito europeo, es necesario seguir
trabajando en el desarrollo de una nueva gobernanza económica, en particular de
la zona euro, que asegure una coordinación eficiente de las políticas
económicas, prevenga la acumulación de desequilibrios y permita consolidar la
recuperación económica.
España debe seguir desempeñando un papel activo, impulsando una reforma ambiciosa de la Unión Económica y Monetaria en línea con las propuestas que el último Gobierno viene realizado en el marco de los debates sobre el futuro de la Unión Económica y Monetaria.
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