jueves, 21 de junio de 2018

Sánchez anuncia que no reformará en la presente legislatura el sistema de financiación autonómica, incumpliendo lo comprometido

Ayer compareció por primera vez en el Congreso de los Diputados el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y respondió tres preguntas Una de ellas relativa a la reforma del sistema de financiación autonómica.

Ya el martes en el Senado, Sánchez provocó un enorme revuelo cuando sobre esta tema dijo: "Hay que ser ambiciosos, pero también hay que ser realistas. El objetivo y la voluntad del nuevo Gobierno es, no poder renovar el sistema de financiación autonómica en su conjunto, porque no va a dar tiempo material a lo largo de esta legislatura pero sí hacer mejoras de financiación para todas y cada una de las comunidades autónomas a lo largo de los próximos meses hasta la convocatoria de las elecciones. "

Pues bien, ayer el presidente del gobierno en respuesta al diputado Joan Baldoví, del Grupo Mixto, reconoció que "es necesario revisar el sistema de financiación autonómica" porque de él dependen los "servicios públicos esenciales" como son la sanidad, la educación o la dependencia.

Y explicó que "en el corto plazo" habría que "mejorar la financiación de todas y cada una de las comunidades autónomas, en particular de la Comunidad Valenciana y de todas aquellas que están infrafinanciadas". Con este fin, se va a reunir "con todos y cada uno de los presidentes autonómicos".

Para "el medio plazo", dijo, quedaría "cambiar a fondo" todo el sistema de financiación autonómica. Pedro Sánchez aclaró que "la revisión del sistema de financiación autonómica implicaría", entre otras acciones, "una valoración de las necesidades de gasto reales de los servicios públicos fundamentales, una cuantificación concreta y sustentada en datos de la insuficiencia financiera de las comunidades autónomas, un análisis de las competencias homogéneas, un análisis de la fiscalidad por cada Administración, una revisión en determinados tributos y la sostenibilidad dinámica del modelo".

Y añadió que por esta razón, "la revisión a fondo" del actual sistema "solamente se va a poder culminar en la próxima legislatura".

Ni que decir tiene que estas respuestas provocaron indignaición no sólo entre buena parte de los socios de moción de censura del Sr. Sánchez, sino también de presidentes de Comunidades Autónomas gobernadas por los socialistas.

Y es que no hace poco tiempo, en concreto en enero de este mismo años, una diputada socialista, la Sra. Blanquer, decía en la Comisión de Hacienda: "Las comunidades autónomas son las instituciones encargadas de prestar la sanidad, la educación, los servicios sociales —usted nos lo ha recordado—, también el sistema de dependencia, y garantizar de manera estable que estas políticas dispongan de suficientes recursos desde luego no ha estado ni está entre sus prioridades. Esta es la verdadera razón por la cual no ha revisado y ha actualizado el modelo de financiación autonómica, a pesar de su obligación legal y a pesar de los compromisos públicos adquiridos por parte de su Gobierno. En primer lugar, es una obligación legal , de acuerdo con la Ley 22/2009, de financiación autonómica de las comunidades autónomas de régimen común y ciudades con estatuto de autonomía, que en su disposición adicional séptima recoge la revisión quinquenal del modelo. Es una revisión que debería haberse planteado en 2014 y que no se hizo y, por tanto, no se cumplió con la obligación legal. Cuatro años es un retraso más que considerable, que está generando tensiones entre las instituciones que además no son nada deseables. No deja de ser curioso —voy a utilizar la misma expresión que usted— que no apoyaran la reforma de 2009, que continuamente nos digan que no les gusta y que cuando legalmente les tocaba revisarla no lo hicieran. Recordemos que en el año 2014 su Gobierno contaba con el apoyo de la mayoría absoluta de esta Cámara y gobernaba en la mayoría de las comunidades autónomas; que, a pesar de ello, no hicieron esta revisión, y no hablo de aprobación, hablo de revisión. No era una cuestión de clima político, como dijeron entonces, era simplemente por falta de voluntad política. Si entonces, que podían, no quisieron, ahora nos cuesta creer que estén dispuestos a hacerlo. Han focalizado todos los esfuerzos en poner contra las cuerdas a la Administración autonómica y, especialmente, a las administraciones locales, sin propiciar el diálogo necesario y con la intención de recuperar competencias. Esa también puede ser la causa de que no revisaran el modelo de financiación, debilitarlo al máximo con la intención de poner al propio modelo en jaque; de hecho, hemos visto que las diferencias entre las comunidades se han agrandado en este periodo de tiempo. Es cierto que se han comprometido en público a modificar el sistema, compromisos que han llegado tarde y que tampoco cumplen. Es cierto que un comité de expertos ha realizado un informe, pero poco más, al igual que con la financiación local. La realidad es que a fecha de hoy no han presentado una propuesta en firme a los órganos correspondientes y tampoco ha cumplido con su compromiso de incrementar la cuantía de financiación correspondiente a las comunidades autónomas para 2018, que anunció a mitad de 2017, algo que precisamente hoy ha rectificado."

Desde Galicia tenemos expresado en numerosas ocasiones la necesidad de acometer esta reforma con urgencia, alcanzando incluso un pacto con otras Comunidades de diferentes colores políticas con los criterios básicos que entienden que debe contemplar el nuevo modelo, fundamentalmente la importancia del coste efectivo de la prestación de los servicios. 

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