A xornada continuou coa intervención do presidente do Comité de Dereitos e Garantías do PP, Alfonso Fernández Mañueco e logo a presentación do informe de xestión do Comité Executivo Nacional por parte da secretaria xeral do PP, María Dolores Cospedal.
E logo tivo lugar a agardada intervención do presidente, Mariano Rajoy, que entre outras mensaxes dixo:
E logo tivo lugar a agardada intervención do presidente, Mariano Rajoy, que entre outras mensaxes dixo:
"Vengo a despedirme como Presidente del Partido y vengo también a
daros las gracias. No es éste un discurso fácil. Desde luego, no lo es para mí.
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No es fácil despedirse cuando se han compartido tantas cosas durante
tanto tiempo. Ni es fácil dar las gracias cuando se tiene tanto que agradecer.
Son tan innumerables los gestos de apoyo que me habéis brindado en todos estos años que, por mucho que diga, me quedaré irremediablemente corto. Quiero que sepáis que considero un honor ser militante del Partido Popular, y que seguiré siéndolo siempre. Considero un honor haber podido trabajar con vosotros para España y al servicio de los españoles. Y considero un honor haber podido ocupar puestos directivos en nuestro Partido, y ser vuestro Presidente. Por eso os doy las gracias."
Dirigiéndose a los compromisarios dijo: "He tenido el honor de ser político, y a mucha honra. Hay, lo sabéis como
yo, muchos remilgados que fruncen la nariz cuando se les habla de los
políticos, especialmente entre aquellos que jamás han movido un dedo
por los demás, ni bajan a la arena para ofrecernos el ejemplo de sus
presuntas virtudes cívicas.
La política es una tarea noble, y además imprescindible, y por mal vista que esté por algunos, y por ingrata que parezca a veces, es la mejor oportunidad que se nos brinda para ser útiles a los demás. El ejercicio de la política puede ser en ocasiones amargo e injusto, y seguramente lo es, pero su nobleza compensa. Compensa del esfuerzo, de las rivalidades, de los sinsabores, y de las incomprensiones, que de todo hay. Y quienes conocemos la política de verdad, y no la que cuentan de manera deformada algunas series de culto, sabemos que también contiene ilusión, compañerismo, entusiasmo y mucho coraje. La política es una actividad noble, porque se fundamenta en una pulsión moral: la pasión por el servicio a la gente, por mejorar tu país y por defender unos valores. Y esa pasión es exactamente la misma en el ayuntamiento más humilde de España y en el Palacio de la Moncloa. Exactamente la misma. " Añadió: |
"Lo que ha hecho grande al Partido Popular no han sido ni los envoltorios,
ni las minucias, ni las insignificancias. Lo que ha hecho grande al Partido
Popular ha sido la responsabilidad, el no haber tenido miedo a tomar las
decisiones que eran necesarias, aunque no fueran populares.
Y os voy a decir una cosa: no puede ser un buen político quien no es capaz de ser impopular, porque no siempre se comprenden las decisiones del Gobierno o, aunque se comprendan los sacrificios no gustan. Buscar el aplauso a toda costa es incompatible con la búsqueda del bien común.
Y a diferencia de otros, nosotros hemos estado siempre en lo importante, en la sustancia, en lo que de verdad afecta a la vida de las personas, aunque eso no aparezca en las portadas de la prensa de colores.
La política que más bienestar aporta a los ciudadanos no se construye con fotos, con publicidad o con gesticulaciones populistas. Se construye con trabajo, con responsabilidad, con prudencia y también con voluntad de concordia."
Concluyendo:
"Y ya llega el momento de deciros adiós. Repito: he tenido el privilegio de ser militante del Partido Popular y vuestro presidente durante 14 años, los mejores de mi vida política aunque algunos podían haber sido un poco más cómodos.
Me voy con el orgullo de haber presidido el partido más importante por su tamaño, sus afiliados, sus electores, el número de sus cargos representativos y, sobre todo, por los beneficios aportados a España.
Me voy, y yo a esto le doy mucha importancia, con la serenidad de que no han sido los españoles quienes nos han retirado del Gobierno, ni tampoco mis compañeros de partido.
Gracias porque me habéis permitido dedicarme a la política como yo la he entendido y conocer a España y a los españoles. Es el mejor regalo que he recibido y lo que me llevo de la política.
Queridos amigos, espero que se me interprete bien lo que voy a decir, me aparto pero no me voy. No podría. He dejado mucho más de media vida en este partido.
Seguiré con vosotros, aportando lo que se me pida por el bien de nuestro partido. Lejos de los focos y de la primera línea, pero siempre a disposición de todos. Y, desde luego, seré leal y todos sabéis que yo sé lo que es ser leal.
Antes de irme, quería deciros un par de cosas por si os sirven de algo. Primero, vivir con orgullo el quehacer de la política. Es verdad que a la política no le faltan miserias, pero tampoco grandezas, y estas son las que nos importan. Yo, con todas las limitaciones que me impone mi condición de ser humano absolutamente imperfecto, he procurado evitar las miserias, elevar la cabeza, y quedarme con lo que vale la pena.
Sé también que la política es ingrata, porque en esta vida nada se olvida tan rápido como un beneficio ni tan despacio como un error.
Con todo, como os decía antes, la política es la mejor oportunidad que se nos brinda para ser útiles a los demás. Os digo una cosa, vosotros que os dedicáis a la política podéis sentiros satisfechos. Atendéis una tarea que es imprescindible, que es la de servir a vuestros compatriotas. Y, por encima de todo, sed responsables.
Este es mi último mensaje: que seáis responsables en el ejercicio de vuestros cargos, y que estéis siempre preparados para responder con acierto cuando se os reclame.
Asumís una gran responsabilidad, porque desde los ayuntamientos, hasta las Cortes españolas, desde cualquier cargo público que se os confíe, estáis escribiendo la historia de la España de hoy, y tenéis que escribirla bien. Al mismo tiempo, preparáis la historia de mañana. Porque tenéis un mañana. Podéis mirar hacia atrás con orgullo. Otros no tienen nada que mirar porque, como son nuevos y están sin estrenar, les falta el pasado. Otros sí lo tienen, pero prefieren no mirarlo y que no se les recuerde. Vosotros tenéis pasado y tenéis presente, pero, sobre todo tenéis futuro, que es lo que ahora importa.
Hay muchos millones de españoles deseando que tengáis éxito, y dispuestos a apoyaros para que lo alcancéis. Por lo tanto, sed responsables y preparaos para dar la respuesta adecuada siempre que se os solicite.
Y termino ya. Tengo que dar las gracias a unas personas que me han acompañado en la sombra durante estos años. Las que, con su generosidad, han permitido que yo pudiera hacer realidad mis sueños.
Me refiero a mi familia y de manera especial a mi mujer. Durante estos años he faltado a muchas fiestas familiares, a muchas, a reuniones del colegio, a cumpleaños, a visitas al médico…. A todo lo que significa la vida de una familia normal. Y nunca he escuchado un reproche… y si he escuchado alguno, ni me acuerdo. Mi familia, como la de todos, ha tenido que sufrir las incomodidades y los sinsabores de la política, y ello sin disfrutar casi nunca de las alegrías que algunos hemos disfrutado. Muchas veces, durante estos años, me he llevado problemas del trabajo a casa, pero jamás me he llevado un problema de casa al trabajo, porque alguien se encargaba de solucionar ese problema con discreción y con cariño. He podido dedicar todos mis esfuerzos, todos, a la política porque siempre me habéis ayudado, y siempre había alguien que estaba cuando yo no podía estar. Muchas gracias, Viri. Y ahora me vuelvo a todos.
Queridos amigos: Nunca olvidéis que os importa España. Que estáis en el Partido Popular para servir a la gente. Que debéis estar preparados porque los españoles os necesitan y os esperan. Que esta es la única razón de ser de nuestro partido y vuestra principal tarea durante las horas, muchas o pocas, que cada uno dedica al trabajo en este gran empeño colectivo. Por mi parte he procurado daros lo mejor de mí mismo.
Como decía un poeta en aquel León donde crecí: «No es posible dar más de lo que he dado». Y quiero deciros también, como lo siento, nunca me habéis fallado. Yo no quiero mencionar a nadie hoy porque estaría ahí dos horas.
Pero quiero deciros que en todos mis esfuerzos siempre estuvisteis presentes. Cuando tuve dificultades, muchas veces me respaldasteis, cuando hubo crisis estuvisteis a mi lado y cuando hubo alegrías las celebrasteis conmigo. Jamás en estos años me faltó vuestro respaldo y vuestra lealtad. Y lo que he recibido de vosotros es mucho más de lo que merezco.
Lo que me habéis dado es mucho más de lo que nunca llegó a imaginar aquel estudiante de oposiciones al que hace 40 años, fue en 1977, le dio por la rareza de pasar algunas noches pegando carteles electorales en las calles de Sanxenxo."
Y os voy a decir una cosa: no puede ser un buen político quien no es capaz de ser impopular, porque no siempre se comprenden las decisiones del Gobierno o, aunque se comprendan los sacrificios no gustan. Buscar el aplauso a toda costa es incompatible con la búsqueda del bien común.
Y a diferencia de otros, nosotros hemos estado siempre en lo importante, en la sustancia, en lo que de verdad afecta a la vida de las personas, aunque eso no aparezca en las portadas de la prensa de colores.
La política que más bienestar aporta a los ciudadanos no se construye con fotos, con publicidad o con gesticulaciones populistas. Se construye con trabajo, con responsabilidad, con prudencia y también con voluntad de concordia."
Concluyendo:
"Y ya llega el momento de deciros adiós. Repito: he tenido el privilegio de ser militante del Partido Popular y vuestro presidente durante 14 años, los mejores de mi vida política aunque algunos podían haber sido un poco más cómodos.
Me voy con el orgullo de haber presidido el partido más importante por su tamaño, sus afiliados, sus electores, el número de sus cargos representativos y, sobre todo, por los beneficios aportados a España.
Me voy, y yo a esto le doy mucha importancia, con la serenidad de que no han sido los españoles quienes nos han retirado del Gobierno, ni tampoco mis compañeros de partido.
Gracias porque me habéis permitido dedicarme a la política como yo la he entendido y conocer a España y a los españoles. Es el mejor regalo que he recibido y lo que me llevo de la política.
Queridos amigos, espero que se me interprete bien lo que voy a decir, me aparto pero no me voy. No podría. He dejado mucho más de media vida en este partido.
Seguiré con vosotros, aportando lo que se me pida por el bien de nuestro partido. Lejos de los focos y de la primera línea, pero siempre a disposición de todos. Y, desde luego, seré leal y todos sabéis que yo sé lo que es ser leal.
Antes de irme, quería deciros un par de cosas por si os sirven de algo. Primero, vivir con orgullo el quehacer de la política. Es verdad que a la política no le faltan miserias, pero tampoco grandezas, y estas son las que nos importan. Yo, con todas las limitaciones que me impone mi condición de ser humano absolutamente imperfecto, he procurado evitar las miserias, elevar la cabeza, y quedarme con lo que vale la pena.
Sé también que la política es ingrata, porque en esta vida nada se olvida tan rápido como un beneficio ni tan despacio como un error.
Con todo, como os decía antes, la política es la mejor oportunidad que se nos brinda para ser útiles a los demás. Os digo una cosa, vosotros que os dedicáis a la política podéis sentiros satisfechos. Atendéis una tarea que es imprescindible, que es la de servir a vuestros compatriotas. Y, por encima de todo, sed responsables.
Este es mi último mensaje: que seáis responsables en el ejercicio de vuestros cargos, y que estéis siempre preparados para responder con acierto cuando se os reclame.
Asumís una gran responsabilidad, porque desde los ayuntamientos, hasta las Cortes españolas, desde cualquier cargo público que se os confíe, estáis escribiendo la historia de la España de hoy, y tenéis que escribirla bien. Al mismo tiempo, preparáis la historia de mañana. Porque tenéis un mañana. Podéis mirar hacia atrás con orgullo. Otros no tienen nada que mirar porque, como son nuevos y están sin estrenar, les falta el pasado. Otros sí lo tienen, pero prefieren no mirarlo y que no se les recuerde. Vosotros tenéis pasado y tenéis presente, pero, sobre todo tenéis futuro, que es lo que ahora importa.
Hay muchos millones de españoles deseando que tengáis éxito, y dispuestos a apoyaros para que lo alcancéis. Por lo tanto, sed responsables y preparaos para dar la respuesta adecuada siempre que se os solicite.
Y termino ya. Tengo que dar las gracias a unas personas que me han acompañado en la sombra durante estos años. Las que, con su generosidad, han permitido que yo pudiera hacer realidad mis sueños.
Me refiero a mi familia y de manera especial a mi mujer. Durante estos años he faltado a muchas fiestas familiares, a muchas, a reuniones del colegio, a cumpleaños, a visitas al médico…. A todo lo que significa la vida de una familia normal. Y nunca he escuchado un reproche… y si he escuchado alguno, ni me acuerdo. Mi familia, como la de todos, ha tenido que sufrir las incomodidades y los sinsabores de la política, y ello sin disfrutar casi nunca de las alegrías que algunos hemos disfrutado. Muchas veces, durante estos años, me he llevado problemas del trabajo a casa, pero jamás me he llevado un problema de casa al trabajo, porque alguien se encargaba de solucionar ese problema con discreción y con cariño. He podido dedicar todos mis esfuerzos, todos, a la política porque siempre me habéis ayudado, y siempre había alguien que estaba cuando yo no podía estar. Muchas gracias, Viri. Y ahora me vuelvo a todos.
Queridos amigos: Nunca olvidéis que os importa España. Que estáis en el Partido Popular para servir a la gente. Que debéis estar preparados porque los españoles os necesitan y os esperan. Que esta es la única razón de ser de nuestro partido y vuestra principal tarea durante las horas, muchas o pocas, que cada uno dedica al trabajo en este gran empeño colectivo. Por mi parte he procurado daros lo mejor de mí mismo.
Como decía un poeta en aquel León donde crecí: «No es posible dar más de lo que he dado». Y quiero deciros también, como lo siento, nunca me habéis fallado. Yo no quiero mencionar a nadie hoy porque estaría ahí dos horas.
Pero quiero deciros que en todos mis esfuerzos siempre estuvisteis presentes. Cuando tuve dificultades, muchas veces me respaldasteis, cuando hubo crisis estuvisteis a mi lado y cuando hubo alegrías las celebrasteis conmigo. Jamás en estos años me faltó vuestro respaldo y vuestra lealtad. Y lo que he recibido de vosotros es mucho más de lo que merezco.
Lo que me habéis dado es mucho más de lo que nunca llegó a imaginar aquel estudiante de oposiciones al que hace 40 años, fue en 1977, le dio por la rareza de pasar algunas noches pegando carteles electorales en las calles de Sanxenxo."
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