Ayer el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, compareció,
ante el Pleno del Congreso para explicar el uso de sociedades patrimoniales de
los ministros; la posición de España sobre la situación política en Venezuela y
las medidas que tiene previsto adoptar el Ejecutivo en el Plan de Contingencia,
ante la salida de Reino Unido de la Unión Europea, todo ello a petición del
Grupo Popular.
Una vez concluida la comparecencia del
jefe del Ejecutivo comenzó la Sesión de Control al Gobierno, con las
preguntas e interpelaciones urgentes.
El
presidente del Partido Popular, Pablo Casado, reprochó que Pedro Sánchez, el
creador del no es no, “venga a dar lecciones de diálogo y moderación
lleva a la risa”.
Acusó al presidente del Gobierno de hacer
un uso partidista de las instituciones del Estado a lo largo de la actual
legislatura, haciendo referencia al Centro de Investigaciones Sociológicas, el
uso que hizo del Rey Felipe VI en su libro o los 84 minutos que TVE
retransmitió la presentación de dicho libro.
Casado también censuró que Pedro Sánchez
intentara sortear el trámite del Senado a la hora de aprobar los objetivos de
estabilidad presupuestaria, y en cuanto a los Presupuestos Generales del
Estado, le recordó el informe semestral de la Comisión Europea, que “echó por
tierra” los datos en cuanto a paro, deuda, déficit y falta de reformas de las
cuentas públicas para este año.
Asimismo, Pablo
Casado se refirió al uso institucional que hizo Sánchez de la Moncloa “a la
hora de hacer mítines o reuniones del PSOE”, o el intento de cambiar los
miembros del Consejo de Seguridad Nuclear para cambiar a sus miembros por
diputados del PSOE y Podemos.
Por otro lado, Casado anunció que si es
presidente del Gobierno tras las elecciones del próximo 28 de abril, legislará
para que en la Diputación Permanente del Congreso de los Diputados no puedan
ser convalidados decretos aprobados por un Ejecutivo en funciones, a no ser que
se trate de un asunto de urgente necesidad.
Además, el
presidente del PP acusó a Pedro Sánchez de bloquear “tres legislaturas”, la
que duró 6 meses, y en la que se negó “hasta que lo quitó su partido” a apoyar
la investidura de la formación política que recibió la mayoría parlamentaria;
también de descerrajar la segunda legislatura con las mentiras en la moción de
censura, y en esta tercera ocasión tras haber sido descubierto “en los pactos
con los independentistas”.
Por último, expresó
su absoluto rechazo al intento de instrumentalización del Gobierno a las
mujeres, y le ha dicho que “no vamos a tolerar que calienten el 8-M y la
campaña electoral enfrentando a hombres con mujeres y a partidos políticos en
la peor lacra social que sufre España, en la que todos debemos ir de la mano”.