Ayer registré en el Congreso de los Diputados una pregunta dirigida al
Gobierno, que compartí como mis compañeros del Grupo Parlamentario Popular Ana
Vázquez y Guillermo Mariscal, en la planteo que la crisis de la COVID-19 en su
vertiente económica, tiene impacto en todos los sectores y de una manera muy
importante en la actividad de las peluquerías, derivada del forzado cierre de
establecimientos.
Digo que esulta muy importante que cuando se permita por el
Gobierno la apertura de estos salones de peluquería, sus titulares y sus
trabajadores dispongan de un protocolo claro y completo de cómo han de realizar,
en las nuevas circunstancias, su trabajo para garantizar su seguridad y la de
sus clientes.
Y también que resulta
necesario que el Gobierno facilite a las empresas y autónomos de peluquería los medios de protección necesarios para
ejercer su actividad en la que se produce inexcusablemente un contacto físico
con el cliente.
Y después de esta introducción preguntamos al Gobierno:
¿En el contexto de la crisis de la COVID-19 y
pensando en la fecha de apertura al público de los establecimientos de
peluquería, que medidas prepara el Gobierno para facilitarles un protocolo claro y completo así como medidas de
protección para realizar su trabajo
garantizando su seguridad y la de sus clientes?
Compartimos con el Gobierno que la máxima prioridad es la
lucha contra la enfermedad y que la recuperación de todos los enfermos es
nuestro principal objetivo y deseo.
Y también sabemos que el Gobierno está preocupado por mitigar los
monumentales efectos sobre la economía.
Claramente pensamos que las empresas y autónomos de peluquería presentes con gran
capilaridad en todo el territorio nacional, deben ser apoyados para que pueden
tener viabilidad y sigan contribuyendo al mantenimiento del empleo, buena parte
de él de mujeres y personas jóvenes.
Esperamos la respuesta del Gobierno.