Esta mañana
compareció el Gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos en la
Comisión para la Reconstrucción Social y Económica de España tras la pandemia
de la Covid-19, al objeto de presentar las líneas maestras que, en opinión del
Banco de España, constituyen las prioridades estratégicas para la política
económica en nuestro país de cara a favorecer una pronta reactivación de la
economía española y sentar las bases de un mayor crecimiento, más sostenible y
equilibrado.
En sus conclusiones,
el Gobernador subrayó los cuatro atributos más importantes que, en nuestra
opinión, deberían caracterizar la estrategia de crecimiento que necesita
nuestro país en este momento: urgente, ambiciosa, integral, evaluable y basada
en consensos amplios.
Urgente, por la
coyuntura extraordinariamente compleja en la que se desenvolverá la economía
española en los próximos trimestres y por la envergadura de los retos que
nuestro país debe abordar una vez que superemos la pandemia. Es importante
tener en cuenta que la inacción juega en nuestra contra, puesto que la falta de
respuesta ante estos desafíos incrementa el calibre de su amenaza. Por todo
ello, insisto, nuestra economía necesita de forma urgente una estrategia de
crecimiento.
Ambiciosa, porque
la complejidad de la situación y el alcance de los desafíos que marcarán
nuestro devenir en las próximas décadas exigen la implementación de un amplio
paquete de reformas estructurales de calado, en muchos casos disruptivas, y no
de pequeños ajustes aislados.
Integral, porque
los retos que condicionan las perspectivas de crecimiento de la economía
española y el bienestar de nuestra sociedad están estrechamente relacionados
entre sí. Tratar de resolver alguno de ellos de forma aislada no es ni factible
ni deseable.
Por ello, se necesita una estrategia bien
planificada, en la que se valore el impacto que cada decisión de política
económica puede tener en múltiples dimensiones, y que busque equilibrios entre
distintos objetivos que no son siempre compatibles de forma simultánea.