La COVID-19 hunde a la economía mundial en la peor recesión desde la Segunda Guerra Mundial
Conocimos ayer la edición de
junio de 2020 del informe "Perspectivas económicas mundiales" elaborado por el Banco Mundial, y que viene a confirmar la gravedad de la crisis económica y social derivada de la COVID-19
En un comunicado de prensa de
este Banco con sede en Washington se dice que “el impacto súbito y generalizado de la pandemia del
coronavirus y las medidas de suspensión de las actividades que se adoptaron
para contenerla han ocasionado una drástica contracción de .
Sería
A raíz de las graves distorsiones
a la oferta y la demanda internas, el comercio y las finanzas, se prevé que la
actividad económica de las economías avanzadas se contraerá un 7 %
en 2020.
Se espera que los mercados emergentes y las economías en
desarrollo (MEED) se contraigan un 2,5 % este año, su primera contracción
como grupo en al menos 60 años.
Los efectos están siendo
particularmente profundos en los países más afectados por la pandemia y en
aquellos que dependen en gran medida del comercio internacional, el turismo,
las exportaciones de productos básicos y el financiamiento externo. Si bien la
magnitud de las perturbaciones variará en función de la región, todos los MEED acusan
vulnerabilidades que se ven agravadas por las crisis externas. Asimismo, la
suspensión de las clases y las dificultades de acceso a los servicios primarios
de atención de salud probablemente tengan repercusiones a largo plazo sobre el
desarrollo del capital humano.
“Las perspectivas dan mucho que
pensar, ya que es probable que la crisis deje cicatrices difíciles de borrar y
que plantee complejos desafíos mundiales”, señaló Ceyla Pazarbasioglu,
vicepresidenta de Crecimiento Equitativo, Finanzas e Instituciones del Grupo
Banco Mundial. “Nuestra primera prioridad es abordar la emergencia mundial en
materia sanitaria y económica. Más allá de eso, la comunidad mundial debe
unirse para lograr una recuperación lo más sólida posible e impedir que más
personas caigan en la pobreza y el desempleo”.
Según las previsiones de
referencia —de conformidad con las cuales la remisión de la pandemia permitirá
levantar las medidas nacionales de mitigación a mediados de año en las
economías avanzadas y un poco más tarde en los MEED, las repercusiones
negativas a nivel mundial perderán intensidad durante la segunda mitad del año
y las perturbaciones a los mercados financieros no se prolongarán en el
tiempo—, el crecimiento mundial repuntaría un 4,2 % en 2021, a saber,
un 3,9 % para las economías avanzadas y un 4,6 % para los MEED. Sin
embargo, las perspectivas son sumamente inciertas y predominan los riesgos de
que la situación empeore, por ejemplo, la posibilidad de que la pandemia se
prolongue por más tiempo, de que ocurran agitaciones financieras o de que se
produzca un repliegue del comercio internacional y las relaciones de
suministro. En esa hipótesis, la economía mundial podría contraerse hasta un
8 % este año, para recuperarse apenas por encima de un 1 % en 2021,
en tanto que el producto de los MEED disminuiría casi un 5 % este año.
Se prevé que la economía de los
Estados Unidos se contraerá un 6,1 % este año a raíz de las
perturbaciones vinculadas con las medidas para controlar la pandemia. En cuanto
a la zona del euro, se estima que el producto caerá un 9,1 % en 2020
debido a las graves repercusiones que los brotes generalizados tuvieron sobre
la actividad. Además, se prevé una retracción del 6,1 % en la economía del
Japón, cuya actividad económica se ha desacelerado a raíz de las medidas de
prevención.
“”, dijo Ayhan Kose,
director del Grupo de Perspectivas del Banco Mundial. “No existen
registros de correcciones a la baja tan súbitas y drásticas de los pronósticos
de crecimiento mundial como las que se han visto en la época actual. Si el
pasado sirve como referencia, los pronósticos podrían empeorar aún más, lo que
implica que los encargados de formular políticas deben prepararse para la
posibilidad de tener que adoptar medidas adicionales para apoyar la actividad”.