La economía
de la zona del euro se contraerá en un porcentaje histórico del 8,7 % en
2020, para crecer de nuevo un 6,1 % en 2021. La economía de la UE se
contraerá un 8,3 % en 2020 y crecerá en torno al 5,8 % en 2021. Por lo
tanto, se prevé que la contracción en 2020 sea significativamente superior al
7,7 % previsto para la zona del euro y al 7,4 % para la UE en su
conjunto en las previsiones económicas de la primavera de 2020. El retorno al
crecimiento en 2021 también será ligeramente menos sólido que el previsto en la
primavera.
Valdis Dombrovskis,
vicepresidente ejecutivo responsable de Una Economía al Servicio de las
Personas, ha declarado: «El impacto económico de la
paralización es más grave de lo que se esperaba inicialmente. Seguimos en
una época revuelta y enfrentándonos a muchos riesgos, incluida otra oleada
importante de infecciones. En cualquier caso, esta previsión es un claro
ejemplo de por qué necesitamos un acuerdo sobre nuestro ambicioso paquete de
recuperación, el Instrumento de Recuperación de la Unión Europea, para ayudar a
la economía. De cara a este año y al próximo, podemos esperar un repunte, pero
tendremos que estar atentos a la diferencia en el ritmo de la recuperación. Tenemos
que seguir protegiendo a los trabajadores y las empresas y coordinar
estrechamente nuestras políticas a nivel de la UE para asegurarnos de que somos
más fuertes y estamos más unidos».
Paolo Gentiloni,
comisario europeo de Economía, ha afirmado: «El coronavirus se ha cobrado ya la
vida de más de medio millón de personas en todo el mundo, un número que sigue
subiendo cada día, en algunas partes del mundo a un ritmo alarmante. Y
esta previsión pone de manifiesto los efectos económicos devastadores de la
pandemia. La respuesta política en toda Europa ha contribuido a amortiguar el
golpe para nuestros ciudadanos, pero esta sigue siendo una historia de
creciente divergencia, desigualdad e inseguridad. Por ello es tan
importante alcanzar un acuerdo rápido sobre el plan de recuperación propuesto
por la Comisión para inyectar tanto nueva confianza como una nueva
financiación a nuestras economías en este momento crítico».
Se espera
que la recuperación se consolide en el segundo semestre de 2020
El impacto
de la pandemia en la actividad económica ya era considerable en el primer
trimestre de 2020, pues la mayoría de los Estados miembros comenzaron a aplicar
medidas de confinamiento a mediados de marzo. Con un período de paralización y
confinamiento mucho mayor en el segundo trimestre de 2020, se calcula que la producción
económica se habrá contraído mucho más que en el primer trimestre.
No
obstante, los primeros datos de mayo y junio indican que lo peor podría haber
pasado. Se espera que la recuperación se consolide en el segundo semestre del
año, aunque aún sea incompleta y desigual en los distintos Estados miembros.
La perturbación de la economía de la UE es simétrica en la medida en que la pandemia ha afectado a todos los Estados miembros. Sin embargo, tanto la caída de la producción en 2020 como la fuerza del repunte en 2021 difieren sensiblemente. Las diferencias en la magnitud del impacto y la fuerza de la recuperación en los Estados miembros se prevé que sean más pronunciadas de lo estimado en las previsiones de la primavera.
Los tres países más dañados según estas previsiones son por este orden, Italia, España y Francia, tres de los cuatro más importantes de la UE. España e Italia tendrán este año un descenso de la actividad económica de 10,9% y 11,2%, seguidos por Francia que perderá un 10,6% de su actividad.
En 2021 se prevé una recuperación en
España de 7,1 y un 7,6 en Francia, mientras que Italia se quedará en un 6,1%.
La inflación no debería registrar cambios
Las
perspectivas sobre la inflación han cambiado poco desde las previsiones
económicas de la primavera, pese a que se han producido modificaciones
significativas en las fuerzas subyacentes que determinan los precios.
Aunque los
precios del petróleo y los alimentos han subido más de lo previsto, se espera
que su efecto se vea compensado por las peores perspectivas económicas y por el
efecto de las reducciones del IVA y otras medidas adoptadas en algunos Estados
miembros.
Actualmente,
se prevé una inflación en la zona del euro, medida por el índice de precios al
consumo armonizado (IPCA), del 0,3 % en 2020 y del 1,1 % en 2021. En
la UE, las previsiones de inflación apuntan a un 0,6 % en 2020 y a un
1,3 % en 2021.
Riesgos excepcionalmente elevados
Pero los
riesgos en torno a esta previsión son de excepcional envergadura y apuntan
fundamentalmente a la baja.
La escala
y la duración de la pandemia y de las futuras medidas de confinamiento,
posiblemente necesarias, se desconocen en lo fundamental. La previsión parte
del supuesto de que las medidas de contención seguirán atenuándose y de que no
habrá una «segunda ola» de infecciones. Existen riesgos considerables de que, a
largo plazo, el mercado laboral sufra más de lo previsto y de que las
dificultades de liquidez se conviertan en problemas de solvencia para muchas
empresas. Se vislumbran riesgos para la estabilidad de los mercados financieros
y el peligro de que los Estados miembros no coordinen suficientemente las
respuestas políticas nacionales. La falta de un acuerdo sobre la futura
relación comercial entre el Reino Unido y la UE podría dar lugar asimismo a un
crecimiento más bajo, especialmente en el caso del Reino Unido. En términos más
generales, las políticas proteccionistas y un alejamiento excesivo de las
cadenas de producción mundiales podrían afectar negativamente al comercio y a
la economía mundial.
Existen
asimismo riesgos al alza, como la disponibilidad rápida de una vacuna contra el
coronavirus.
La
propuesta de la Comisión para un plan de recuperación, centrada en torno al
nuevo Instrumento de
Recuperación de la Unión Europea no se incluye en esta
previsión porque todavía no se ha acordado. Un acuerdo sobre la propuesta de la
Comisión también se considera un riesgo al alza.
De forma
más general, una recuperación mejor de la esperada no puede excluirse,
particularmente si la situación epidemiológica permite un levantamiento de las
restricciones más rápido de lo previsto.
Reino Unido: hipótesis puramente técnica
Dado que
las relaciones futuras entre la UE y el Reino Unido aún no están claras, las
previsiones para 2021 se basan en una hipótesis puramente técnica del status
quo en cuanto a sus relaciones comerciales. Esta hipótesis se
adopta únicamente a efectos de las previsiones y no representa ninguna
previsión ni pronóstico del resultado de las negociaciones entre la UE y el
Reino Unido sobre sus relaciones futuras.
Contexto
Estas
previsiones se basan en una serie de hipótesis técnicas sobre los tipos de
cambio, los tipos de interés y los precios de los productos básicos elaboradas
hasta el 26 de junio. Por lo que respecta a los demás datos considerados,
incluidas las hipótesis sobre políticas públicas, estas previsiones tienen en
cuenta la información obtenida hasta el 30 de junio inclusive. Las previsiones
no contemplan cambios en las políticas, salvo que se anuncien de forma creíble
y con detalle suficiente.
La
Comisión Europea publica cada año dos previsiones completas (primavera y otoño)
y dos previsiones intermedias (invierno y verano). Las previsiones intermedias
incluyen el PIB y la inflación anuales y trimestrales del año en curso y el año
siguiente correspondientes a todos los Estados miembros, así como datos agregados
de la UE y la zona del euro.
Las
próximas previsiones económicas de la Comisión Europea serán las del otoño de
2020, cuya publicación está prevista en noviembre de 2020.