jueves, 5 de noviembre de 2020

El Gobernador del Banco de España afirma que “Las perspectivas de evolución de la actividad y el empleo que se dibujan en el proyecto de PGE para 2021 están sometidas a importantes riesgos a la baja”, como también lo está “el cuadro macroeconómico en el que se sustentan”

 

Ayer la Comisión de Presupuestos del Congreso acogió diversas comparecencias para informar sobre el Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para el año 2021.

 

La de mayor interés fue, sin duda alguna, la del gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos. Cito aquí las conclusiones de su intervención:

 

“El contexto macroeconómico en los que el proyecto de PGE ha sido elaborado es, como todos sabemos, complicado e incierto. Las perspectivas de evolución de la actividad y el empleo que se dibujan en el proyecto están sometidas a importantes riesgos a la baja.

 

En esta situación tan compleja, la política presupuestaria ha de seguir contrarrestando la evolución macroeconómica desfavorable, lo que, en caso de materialización de estos riesgos a la baja, incluye la necesidad de permitir el libre juego de los estabilizadores automáticos, aunque ello suponga un mayor déficit público.

 

En paralelo, las medidas discrecionales deben ser en el contexto actual más focalizadas en los grupos de población y empresas más afectados por los efectos negativos de la pandemia, mantener un carácter temporal para evitar deterioros adicionales del déficit estructural, y dirigirse a partidas que generen un impacto positivo sobre el crecimiento de largo plazo.

 

En particular, los proyectos llevados a cabo bajo el paraguas de los fondos europeos del NGEU han de contribuir al sostenimiento de la actividad en el corto plazo. Pero, a la vez, los criterios que guíen la selección de proyectos deben basarse, de modo exclusivo, en la maximización de sus efectos sobre el crecimiento de largo plazo.

 

Por último, la necesidad de utilizar activamente la política presupuestaria para combatir las consecuencias económicas de la pandemia no debe hacernos olvidar que las finanzas públicas españolas emergerán de este período con un deterioro muy significativo.

 

Es perentorio, en este sentido, diseñar, a la mayor brevedad posible, un plan detallado de consolidación presupuestaria a medio plazo que se ejecute tan pronto se supere la pandemia y que, al reducir la vulnerabilidad financiera de la economía, ayude a colocar la actividad y el empleo en una senda de crecimiento sostenido y alivie los costes de la crisis sobre los grupos poblacionales más afectados por la misma.

 

Junto con la definición de los objetivos anuales concretos para la reducción del déficit público estructural, el programa presupuestario de medio plazo deberá definir las medidas específicas que permitirán alcanzar tales objetivos.

 

Un elemento crucial de la elaboración del programa debe ser un examen exhaustivo de la estructura de ingresos y gastos, redefiniéndola en función de la contribución de cada una de sus distintas categorías al crecimiento de largo plazo de la actividad y el empleo, lo que puede además conllevar la introducción de mecanismos compensatorios para aquellos segmentos de la población de menores rentas que pudieran experimentar algún perjuicio como consecuencia de las reformas llevadas a efecto.” 


Este es el enlace a su completa intervención:

https://www.bde.es/f/webbde/GAP/Secciones/SalaPrensa/IntervencionesPublicas/Gobernador/Arc/Fic/hdc041120.pdf