El miércoles 16 de junio, la Comisión Europea adoptó una evaluación positiva del plan de recuperación y resiliencia de España.
En la nota de prensa informan que: ”se trata de un paso importante hacia el desembolso por parte de la UE de 69 500 millones de euros en subvenciones con cargo al Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR). Esta financiación sostendrá la ejecución de las medidas cruciales de inversión y reforma descritas en el plan de recuperación y resiliencia de España. Desempeñará un papel clave a la hora de facilitar que España salga reforzada de la pandemia de COVID-19.
El MRR (elemento central de NextGenerationEU) aportará hasta 672 500 millones de euros (a precios corrientes) para sostener las inversiones y las reformas en toda la UE.
La Comisión ha evaluado el plan de España sobre la base de los criterios establecidos en el Reglamento del MRR. El análisis de la Comisión ha considerado sobre todo si las inversiones y reformas establecidas en el plan de España contribuirán a abordar eficazmente los retos señalados en el marco del Semestre Europeo; si abarcan medidas que coadyuven eficazmente a las transiciones ecológica y digital; y si contribuirán a reforzar el potencial de crecimiento, la creación de empleo y la resiliencia económica, institucional y social de España.”
Los objetivos del componente son desarrollar la red ferroviaria española (en particular, los corredores principales de la RTE-T y otras infraestructuras de la RTE-T); hacer más interoperable la red de transportes (ferrocarriles, carreteras, puertos) con el objetivo de reducir su huella de carbono; mejorar las conexiones transfronterizas con Francia y Portugal; y modernizar el sector del transporte con la introducción de tecnologías digitales avanzadas.
Se contempla en este componente la inversión 2 (C6.I2): “Red Transeuropea de Transporte. Otras actuaciones”
Los objetivos de la medida son mejorar la red nacional de transporte, lo que cubre todos los modos de transporte (por aire, ferrocarril y carretera), con el fin de hacerla más fiable, sostenible, segura y resiliente.
La inversión consistirá en las actuaciones siguientes:
a) Modernización de la red ferroviaria en relación con la red no básica de la RTE-T con obras en al menos 900 kilómetros.
b) Hacer que la red de carreteras sea más segura de acuerdo con la normativa nacional y europea.
c) Impulsar el desarrollo del Cielo Único Europeo (veinte proyectos).
d) Apoyar la transformación digital del MITMA.
Los criterios de selección garantizarán que al menos 1 010 000 000 EUR contribuyan a los objetivos de cambio climático con un coeficiente climático del 100 % y que al menos 301 000 000 EUR lo hagan con un coeficiente climático del 40 %, de conformidad con el anexo VI del Reglamento (UE) 2021/241, sobre el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia.
La implementación de la inversión concluirá a más tardar el 30 de junio de 2026.
Pues bien en las fichas se alude a la creación de nuevas variantes ferroviarias entre ellas la ansiada variante entre Taboadela y Ourense. Una buena noticia que exige que como primer paso ADIF-AV licite las obras de dos subtramos antes del 30 de junio.