La Paridad de Poder Adquisitivo es
una unidad monetaria artificial que elimina las diferencias en el nivel de
precios entre países, de manera que una unidad de PPA permite adquirir la misma
cantidad de bienes y servicios en todos ellos, y se calcula bajo una
metodología conjunta de Eurostat y la OCDE.
El Consumo Individual Efectivo es una medida de bienestar material de los hogares que mide el volumen de los bienes y servicios realmente consumidos, independientemente de que sean comprados por los mismos individuos o sean provistos por cuenta del Estado o de instituciones sin fines de lucro. Según Eurostat, este indicador se suele considerar más adecuado que el PIB per cápita para comparaciones internacionales de bienestar, ya que no se ve influida por la gran diversidad de sistemas de provisión (público, privado o mixto) de servicios como la educación o la sanidad.
Los principales resultados de ambos indicadores son los siguientes:
El PIB per cápita de España en 2020 se sitúa en el 86% de la media de la UE, cinco puntos porcentuales menos que en 2018 y 2019.
El Consumo efectivo per cápita estimado
de España en 2020 se sitúa en el 87% de la media de la UE, frente al 90% y al
91% de 2019 y 2018 respectivamente.