El Fondo Monetario Internacional hizo público en el día de hoy sus previsiones de crecimiento para la economía mundial.
Dice así: “Las perspectivas económicas han
divergido aún más entre los países desde las proyecciones publicadas en la
edición de abril de 2021 de Perspectivas de la economía mundial (informe WEO,
por sus siglas en inglés). El acceso a las vacunas se ha convertido en la
principal brecha a lo largo de la cual la recuperación mundial se divide en dos
bloques: los países que pueden esperar una mayor normalización de la actividad
a finales de este año (casi todas las economías avanzadas) y aquellos que
todavía se enfrentan a un rebrote de contagios y un aumento del número de
víctimas de COVID. Sin embargo, la recuperación no está asegurada incluso en
aquellos países con niveles de infección muy bajos mientras el virus circule en
otros países.
Se
proyecta que la economía mundial crezca 6,0% en 2021 y 4,9% en 2022. El
pronóstico mundial para 2021 no ha variado con respecto al del informe WEO de
abril de 2021, pero las revisiones se ven neutralizadas. Las perspectivas de
las economías de mercados emergentes y en desarrollo para 2021 se han revisado
a la baja, especialmente para las economías emergentes de Asia. En cambio, las
proyecciones para las economías avanzadas se han revisado al alza. Estas
revisiones reflejan la evolución de la pandemia y los cambios en las políticas
de apoyo. El aumento de 0,5 puntos porcentuales para 2022 se deriva
principalmente de la revisión al alza del pronóstico de las economías
avanzadas, particularmente Estados Unidos, que refleja la adopción prevista de
legislación para proporcionar apoyo fiscal adicional en el segundo semestre de
2021 y una mejora de los indicadores sanitarios, en general, en todo el grupo.
Las
recientes presiones sobre los precios en gran parte reflejan la inusual
evolución relacionada con la pandemia y los desajustes transitorios entre la
oferta y la demanda. Se prevé que la inflación regrese a los rangos que se
registraban antes de la pandemia en la mayoría de los países en 2022 una vez
que estas perturbaciones vayan quedando reflejadas en los precios, pero
persiste una gran incertidumbre. También se prevé que la inflación sea elevada
en algunas economías emergentes y en desarrollo, debido en parte al alto nivel
de los precios de los alimentos. Los bancos centrales deberían en general
examinar detenidamente las presiones transitorias sobre la inflación y evitar
un endurecimiento de las políticas hasta que se tenga una idea más clara de la
dinámica subyacente de los precios. Una comunicación clara por parte de los
bancos centrales sobre las perspectivas de la política monetaria será
fundamental para conformar las expectativas de inflación y salvaguardarse de un
endurecimiento prematuro de las condiciones financieras. No obstante, existe el
riesgo de que las presiones transitorias se vuelvan más persistentes y los
bancos centrales posiblemente necesiten tomar medidas preventivas.
Los
riesgos en torno al escenario base se inclinan a la baja. Un ritmo de
vacunación más lento de lo previsto permitiría que el virus mutara aún más. Las
condiciones financieras podrían endurecerse rápidamente, por ejemplo, por
efecto de una revaluación de las perspectivas de la política monetaria en las
economías avanzadas si las expectativas de inflación aumentaran más rápidamente
de lo previsto. Un doble golpe a las economías emergentes y en desarrollo por
el empeoramiento de la dinámica de la pandemia y el endurecimiento de las
condiciones financieras externas afectaría gravemente su recuperación y podría
reducir el crecimiento mundial por debajo de este escenario base de las
perspectivas.