El acto litúrgico comenzó a las 10:45 horas con una procesión
que, acompañada por la Real Banda de Gaitas de la Diputación de Ourense, partió
de la iglesia de Santa Eufemia encabezada por la cruz procesional y las
imágenes de San Martín y Santa María Madre, patronos de la Diócesis. A
continuación marcharon los sinodales laicos y miembros de la Vida
A las 11:00 tuvo lugar la celebración de la
eucaristía, ya en la catedral ourensana, presidida por Mons. Bernardito Auza, Nuncio de Su Santidad en España, y concelebrada
por Mons. Lemos Montanet, los obispos de Galicia, del Norte de Portugal (Braga,
Braganza-Miranda, Viana do Castelo, y de otras Diócesis españolas con especial
vinculación con la Diócesis de Ourense, como el Obispo de Astorga y el de
Santander, así como el Secretario de la Congregación para los Institutos de
Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica, el Arzobispo Emérito de
Tánger, el Obispo emérito de Riobamba y el Ministro Provincial de los
Francisanos. Concelebraron también más de cien sacerdotes de la Diócesis de
Ourense.
En su intervención inicial Monseñor Lemos Montanet recordaba esa idea del Papa Francisco de que los auténticos sueños no son nuestros sino de Dios para nosotros: “Para la Iglesia en Ourense uno de esos sueños que ha comenzado en el año 2016, es el Sínodo Diocesano. Un sueño que entre todos se ha hecho realidad. Nuestro Sínodo fue una invitación a caminar juntos, caminar unidos, caminar en la misma dirección, y, desde el primer momento tuvimos la certeza de que esta peregrinación de fe era un Don de Dios para la renovación de esta Iglesia particular. El Sínodo ha sido y sigue siendo un gran “sueño” de sinodalidad para nuestra Diócesis.
En su homilía, Monseñor Auza hizo llegar un mensaje del Papa Francisco "en el que os exhorta a reconocer “este tiempo de gracia que estáis viviendo como Iglesia particular” y os anima a “seguir caminando con valentía, como San Martín de Tours, - titular de esta Santa Iglesia Catedral – para que el mensaje de Cristo llegue a todos, especialmente a los más necesitados”. Necesidad que se constata en los diversos “tipos de pobreza que esperan ser atendidas… con una mano extendida sin perjuicios, un oído que sepa escuchar y consolar” y, allí donde ha disminuido o se ha “perdido la riqueza de la fe”, “un corazón misionero que lleve a sus vidas la alegría del Evangelio”. Detrás del material de las constituciones y decretos que hoy se promulgan solemnemente y ofrecen en esta Santa Misa de clausura y acción de gracias, resalta la experiencia maravillosa de una Iglesia particular que quiere ser fiel a su Señor y a los hombres en su circunstancia concreta histórica. Sois los herederos de la fe de tantos hombres y mujeres que a lo largo de los siglos descubrieron la alegría del Evangelio que llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús.
Ellos, desde la fidelidad al Evangelio, que es siempre el mismo, supieron adaptarse a las más diversas circunstancias y perseverar en la fe transmitiéndola a las siguientes generaciones. La fe de vuestros antepasados, sencilla pero profunda, ha modelado no solo vuestra propia vida cristiana, sino incluso vuestras costumbres y el territorio en que habitáis -prueba de ello son los antiguos monasterios y conventos, iglesias y santuarios-. Es innegable la huella de belleza de la fe -de la que esta Catedral de San Martín que nos acoge es sólo una muestra- de espiritualidad y compasión que en vuestra tierra ha dejado impreso el Evangelio, sin la cual Ourense no sería lo mismo."
Nos
invitaba el Sr. Nuncio a recordar y agradecer el pasado, pero también a mirar
al futuro, al señalar que nuestra Diócesis "no sólo posee un rico pasado, sino también un presente
lleno de vida y esperanza. Tantas veces nos dejamos embargar por una visión
pesimista, centrada en las sombras de la Iglesia y en las dificultades para
vivir el Evangelio -es cierto que existen, y que hay también limitaciones,
debilidades y fatigas-, pero el Sínodo os ha mostrado que la Iglesia en Ourense
es una Iglesia viva, con cristianos comprometidos en vivir y anunciar el
Evangelio según su propia vocación y condición.
Incluso la dramática experiencia vivida en los peores momentos de
la pandemia, en la que tuvo que tomarse la dolorosa decisión de suspender el
culto público, vuestra Iglesia Diocesana mantuvo la vitalidad buscando métodos
creativos para continuar viviendo y cuidando la fe, y acompañando, consolando y
sirviendo a los hermanos necesitados. Mirando al pasado y viviendo el
presente, miramos al futuro. El Sínodo Diocesano de la Iglesia en Ourense, por
el que hoy damos gracias, debe ser para vosotros fuente de esperanza ante el
futuro, pues os ha hecho experimentar que Dios sigue actuando en medio de su
Pueblo. Sostenidos por la oración personal y comunitaria, perseverad en la fe
hasta el final, sin desfallecer."
Al final de la celebración se cantaba el himno Señor, Dios eterno, te cantamos alegres (Te Deum) en acción de gracias por los beneficios recibidos durante el camino sinodal y, tras la lectura por parte del Sr. Nuncio del mensaje íntegro del Papa Francisco al que hacía alusión en su homilía, mostrando su apoyo y ánimo a la iglesia que peregrina en Ourense para llevar a la vida todo lo reflexionado y trabajado durante estos años, se le hacía entrega a Mons. Lemos Montanet de los Acuerdos de la Asamblea Sinodal: las propuestas aprobadas con sus introducciones teológico pastorales; y los mensajes finales dirigidos a las familias, laicos, sacerdotes y miembros de la Vida Consagrada.
Al concluir la ceremonia, los sinodales acompañados
de los sacerdotes y obispos regresaban procesionalmente a la iglesia de Santa
Eufemia, donde se leía el Acta de Clausura del Sínodo, que fue firmada por los
presentes.
La celebración, para la que se dispusieron sillas
adicionales en las naves laterales de la Catedral, se pudo seguir en directo a
través de 13Tv, Telemiño, Auria Tv y la Cadena Cope.
Extractos
de los mensajes finales del Sínodo:
Mensaje
a los fieles laicos
Os pedimos que, siguiendo la
estela del papa Francisco, no tengáis miedo de presentar a esta Iglesia en
salida a los indiferentes, a los alejados, a los que perdieron su fe, incluso a
aquellos que viven otras experiencias religiosas. Hacedles llegar la idea,
hecha carne, de vuestra experiencia, de que nuestra Iglesia es acogedora y
samaritana, de que no quiere hacer acepción de personas.
Mensaje
a los sacerdotes
En estos tiempos recios, en los
que la labor del presbiterio no es reconocida por una gran parte de la sociedad
y su entrega, con frecuencia, no produce los frutos deseados, os invitamos y
animamos a renovar vuestro amor primero y, confiando en la palabra del Maestro,
os rogamos que sigáis echando las redes, convencidos de que el Señor nos envió
a sembrar, no a recoger frutos.
Mensaje
a la Vida Consagrada
Los miembros de la Asamblea
Sinodal damos gracias a Dios por el testimonio de radicalidad evangélica,
ternura y entrega de los consagrados y consagradas que, acogiendo la llamada de
Dios, sois Evangelio vivo que se actualiza continuamente conformas diversas
(cf. LG 46) y aliento de santidad para esta Iglesia en Ourense.
Mensaje
a las familias
Vuestras familias son una buena
noticia para toda la sociedad, porque testimonian, en medio de un mundo
mercantilista, individualista, pragmático y secularizado, que la persona es lo
más valioso, que es posible vivir el amor desinteresado, que la aventura de la
maternidad y la paternidad es maravillosa, que es realizable la experiencia de
comunidad y que es viable la transmisión de nuestras convicciones más profundas
y la transmisión de la fe.
El
Sínodo en cifras
-Alrededor de 3000 personas respondieron a la consulta de temas.
-Casi 2200 miembros participaron en los 197 grupos sinodales constituidos en la
Diócesis.
-1600 asistentes a la Celebración de Apertura de la Asamblea Sinodal en la
Catedral.
-6500 propuestas realizadas por los grupos sinodales, sintetizadas en 1200 por
las Asambleas Arciprestales. Tras una nueva síntesis, 132 propuestas
fueron aprobadas por la Asamblea Sinodal.
El
Sínodo en el tiempo
-Convocado el día 24 de marzo de 2016, durante la
misa Crismal, con el lema “Iglesia en camino”.
-Fase de sensibilización: un año y medio.
-Fase de grupos sinodales: entre septiembre de 2017 y junio de 2019 se
reflexionó sobre cuatro Instrumentos de Trabajo: Parroquia, Caridad y presencia
social de la Iglesia, Celebración de la fe, Anuncio y formación en la fe.
-Asamblea Sinodal 2019-2021:
El 21 de septiembre de 2019 tuvo lugar la
Celebración de apertura de la Asamblea sinodal en la Catedralm a la que asistí.
http://www.celsodelgado.gal/2019/09/na-apertura-da-asemblea-sinodal-da.html
El 26 de octubre y el 16 de noviembre de 2019 de
debaten las propuestas del primer Documento “La parroquia: realidad, identidad
y perspectivas de futuro”.
El 14 de diciembre de 2019 y el 25 de enero de 2020
las del Documento “Una Iglesia en salida: acogedora, samaritana y
transformadora en el corazón del mundo”.
El 15 de febrero de 2020 sobre el Documento “Una
liturgia viva para una Iglesia gozosa”, pero no se celebra la sesión del 13 de
marzo debido a la pandemia de COVID-19.
Se elabora un Documento sobre el Impacto de la COVID-19 en la Pastoral de la Iglesia en Ourense,
que se debate el 29 de mayo de 2021. Tanto esta sesión como la siguiente del 3
de julio se realizan combinando el sistema presencial con el telemático.
El 3 de julio de 2021 se concluye la reflexión
sobre el Documento de Liturgia que quedara pendiente a causa de la pandemia.
El 25 de septiembre y el 16 de octubre se debaten
las propuestas del Documento “Anuncio y educación en la fe”.