miércoles, 1 de diciembre de 2021

El gobernador del Banco de España reclama mecanismos para evaluar, revisar y controlar los proyectos que se financien con los fondos europeos.

 

Ayer Compareció en el Senado el Gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos con motivo del proceso de discusión de los Presupuestos Generales del Estado y la Seguridad Social (en adelante, PGE) para el año 2022.

En su intervención puso de manifiesto la importancia de que cada proyecto de PGE se adecúe a las necesidades coyunturales de cada ejercicio económico.  Y dijo que “es razonable suponer que ante una recuperación aun parcial y con notables elementos de incertidumbre, la política fiscal continúe dando un apoyo selectivo a aquellas áreas donde su actuación se considere justificada.

 Al mismo tiempo, sin embargo, he querido remarcar que, desde una perspectiva temporal más amplia, resulta necesario reconocer la fragilidad de la situación de las cuentas económicas de nuestro país, que ya existía antes de la crisis y que la necesaria respuesta a la pandemia ha aumentado adicionalmente, con un déficit estructural y un nivel de endeudamiento público muy elevados.

Esta fuente de vulnerabilidad exige una respuesta decidida de la política fiscal en tres frentes. 

En primer lugar, mediante el planteamiento de una política fiscal rigurosa que, aun manteniendo el tono expansivo que pueda requerir la coyuntura económica, sea eficiente y selectiva en el uso de recursos públicos y someta a una rigurosa valoración aquellos aumentos del gasto público que tengan un carácter permanente.

En segundo lugar, mediante el planteamiento temprano y una ejecución gradual una vez la recuperación sea sólida, de un proceso de saneamiento de las finanzas públicas, que permita dotar a la política fiscal del margen de maniobra necesario para actuar en respuesta a posibles crisis futuras.

Por último, quiero llamar la atención sobre la conveniencia de adecuar nuestra estructura de ingresos y gastos públicos a un diseño que favorezca el crecimiento económico y facilite la transformación estructural que necesita nuestro país. En este sentido, los fondos NGEU ofrecen una oportunidad única para, a través de una minuciosa selección de los proyectos y su acompañamiento con reformas estructurales ambiciosas, mejorar el crecimiento potencial de la economía en el medio y largo plazo.

Abordar estos desafíos adecuadamente requiere un esfuerzo conjunto y duradero en el tiempo. Pero, de materializarse completamente, sus potenciales beneficios impactarían positiva y persistentemente en nuestra economía y en el bienestar de la ciudadanía.”