Y cambió radicalmente su
discurso: pasando de decir que la subida de precios no le preocupaba por ser
coyuntural a decir que es un tema preocupante que provocado por la invasión de
Ucrania por parte de Putin.
En aras a la
verdad tomando como referencia la inflación a 31 de diciembre de 2021, casi dos
meses antes de que Rusia invadiera Ucrania, el IPCA ya había encadenado en
España 10 meses consecutivos de subida y, con un 6,6% de subida anual, había
marcado el nivel más alto de los últimos 30 años.
Dos meses antes de la invasión de Ucrania ya subía un 72% la electricidad, un 33,3% el gas butano, un 24,6% el gasóleo y un 23,0% la gasolina. Pero también subían ya otros productos básicos de la cesta de la compra: un 26,7% el aceite de oliva, un 21,8% la carne de ovino, un 15,2% la pasta alimenticia o un 9% la fruta fresca.
Esta subida
de precios era mayor en España que en los países de nuestro entorno, lo que
resta competitividad a nuestras empresas. En esto, la gestión del Gobierno
también ha sido un fracaso.
La invasión
de Ucrania agrava muy notablemente esta situación, pero tal y como denunciamos desde
el GPP, llevaba un año gestándose y 10 meses consecutivos dándonos -por
desgracia- la razón, con una subida de precios mes tras mes.
Por eso
decimos que el Gobierno lo utiliza ahora como coartada para tapar su
incompetencia, pero viene de lejos y lo hemos hecho peor que el resto de los
países de nuestro entorno.
De hecho, lo
que empobrece a las familias y resta competitividad a nuestras empresas, incrementa
las arcas públicas permitiendo alcanzar los ingresos tributarios presupuestados
en 2021 a pesar de no recuperar los niveles de PIB previos a la pandemia.
El gobierno
solo puede cumplir los objetivos fiscales a costa del bienestar de todos los
españoles utilizando la invasión de Ucrania como coartada.
Como
decía hoy Jaime de Olano a la Sra. Calviño: “Rectifiquen. No hagan sufrir más a
los españoles, mientras ustedes despilfarran en ministerios inútiles”, recordando
que dispone de un margen de 60.000 millones en gasto superfluo, como ha
acreditado el Instituto de Estudios Económicos
La
situación actual exige altura de miras y no la propaganda de Sánchez o el
infantilismo de Podemos.