Aguas subterráneas, hacer visible lo invisible
Este 2022 el foco de atención se centra en las aguas subterráneas, unas aguas invisibles cuyos efectos se aprecian en todas partes. Se trata de aguas que se encuentran bajo tierra, en los acuíferos (formaciones de rocas, arenas y gravas que contienen cantidades importantes de agua).
Tras alimentar manantiales, ríos, lagos y humedales, las aguas subterráneas finalmente se filtran a los océanos. Su principal fuente de recarga es la lluvia y la nieve que se infiltran en el suelo y pueden extraerse a la superficie por medio de bombas y pozos.
La vida no sería posible sin ellas. La mayoría de las zonas áridas del planeta dependen por completo de este recurso, que suministra una gran proporción del agua que utilizamos para fines de consumo, saneamiento, producción de alimentos y procesos industriales.
Asimismo, las aguas subterráneas son decisivas para el buen funcionamiento de los ecosistemas, como los humedales y los ríos.
Es por ello que debemos protegerlas de la sobreexplotación -extraer más agua de la que se recarga con la lluvia y la nieve- y la contaminación que actualmente las acechan, ya que puede desembocar en el agotamiento de este recurso, en el encarecimiento de su tratamiento y regeneración y hasta la paralización de su uso.
Sugiere la ONU que este año, reivindiquemos el estudio, la protección y la utilización de las aguas subterráneas de forma sostenible para sobrevivir al cambio climático y satisfacer las necesidades de una población en constante crecimiento.
Aguas subterráneas de la Demarcación Hidrográfica del Miño–Sil
De la lectura del documento Plan Hidrológico de la parte española de la Demarcación Hidrográfica del Miño–Sil (2021-2027) se constata que en ella existen un total de 24 masas de agua subterránea.
En la parte española de la demarcación hidrográfica del Miño-Sil, se extraen aproximadamente 76,7 hm3/año de agua subterránea para su utilización en los diferentes usos, destacando el uso para abastecimiento urbano con unos 40 hm3/año.
Al problema relacionado con el estado cuantitativo de las masas de agua subterránea se le une un problema de deterioro del estado químico, que tiene su principal manifestación en la contaminación difusa producida por nitratos y otros productos fertilizantes y fitosanitarios procedentes principalmente de la agricultura, que por su problemática específica fue analizado en el apartado 2.2.3.
La evaluación del estado llevada a cabo para la elaboración de este plan hidrológico ha puesto de manifiesto que en la demarcación hidrográfica del Miño-Sil, todas las masas de agua subterránea alcanzan el buen estado cuantitativo, mientras que solo una masa (4,1%) no presenta buen estado químico. El problema ha mejorado con respecto al Plan Hidrológico del segundo ciclo de planificación, donde dos masas de agua se encontraban en mal estado químico. Aun así, es necesario adoptar medidas más concretas y efectivas.
8.3. Estado de las masas de agua subterránea
8.3.1. Estado cuantitativo
En la DHMS se ha comprobado que en las masas de agua subterránea de la cuenca se cumplen los objetivos necesarios para calificar las masas en buen estado cuantitativo:
• la tasa media de captación a largo plazo no es superior al recurso hídrico disponible;
• no hay disminución significativa de las condiciones químicas y/o ecológicas de las aguas superficiales como resultado de una alteración antropogénica del nivel piezométrico o de un cambio de las condiciones del flujo, que conduciría a un incumplimiento de los objetivos pertinentes del artículo 4 de la DMA de cualquiera de las masas de agua superficial asociadas;
• no se ha producido ningún daño significativo a los ecosistemas terrestres dependientes de las aguas subterráneas como resultado de una alteración antropogénica del nivel del agua;
• no existe intrusión salina ni otro tipo de intrusiones como resultado de cambios sostenidos de la dirección del flujo inducidos por la actividad humana.
Se considera, por tanto, que el estado cuantitativo de las masas de agua subterránea de la DHMS puede calificarse como bueno, tal y como se indica en la figura siguiente.
Respecto al Plan Hidrológico 2015-2021, la evaluación del estado cuantitativo de las masas de agua subterránea ha permanecido invariable, alcanzando el buen estado cuantitativo en todos los casos.
8.3.2. Estado químico.
Se ha definido una masa de agua subterránea de la parte española de la demarcación Miño Sil en mal estado químico por incumplimiento de plaguicidas. Se trata de la masa ES010MSBT011-008 Aluvial del Louro. El resto de masas presentan un buen estado químico.
Respecto al Plan Hidrológico 2015-2021, la evaluación del estado químico de las masas de agua subterránea ha variado, pasando de cuatro masas en mal estado químico a solamente una en este ciclo.
8.3.3. Estado global
En la parte española de la demarcación Hidrográfica del Miño–Sil, existe una masa de agua subterránea en mal estado global, 011.008 Aluvial del Louro, consecuencia del estado químico por plaguicidas “malo” detectado en varios puntos de control de esta.”
