Mediante voto secreto en urna, han sido elegidos diez diputados: Héctor Gómez, del Grupo Parlamentario Socialista; Cuca Gamarra, del Grupo Parlamentario Popular; Iván Espinosa de los Monteros, del Grupo Parlamentario VOX; Pablo Echenique, del Grupo Parlamentario Confederal de Unidas Podemos-En Comú Podem-Galicia en Común; Gabriel Rufián, del Grupo Parlamentario Republicano; Miriam Nogueras, del Grupo Parlamentario Plural por Junts per Catalunya; Edmundo Bal, del Grupo Parlamentario Ciudadanos; Aitor Esteban, del Grupo Parlamentario Vasco; Mertxe Aizpurua, del Grupo Parlamentario Euskal Herria Bildu y Albert Botrán, del Grupo Parlamentario Mixto por CUP.
De acuerdo con el procedimiento, cada grupo parlamentario, en orden de menor a mayor, ha intervenido un máximo de cinco minutos. Cada diputado ha podido escribir en su papeleta hasta diez nombres de diputados. Han resultado elegidos aquellos diez diputados, uno por cada grupo parlamentario, que han obtenido los mayores resultados alcanzando la mayoría absoluta.
En nombre del GPP intervino el diputado José Antonio Bermúdez de Castro afirmando ante el PSOE que la votación de la Comisión de Secretos Oficiales es “un ejemplo más de la instrumentalización que hacen ustedes de las instituciones del Estado con tal de permanecer en el poder”
“Si hay que cambiar presos por votos, o indultos por Presupuestos, los cambian. Si hay que derogar leyes que funcionan en un ejercicio de sectarismo, solo porque las ha aprobado el PP, las derogan. Y si hay que romper los consensos, la neutralidad y las reglas de esta Cámara y reformar una resolución, por cierto, dictada por un presidente del Congreso socialista, por el chantaje de sus socios parlamentarios para que puedan entrar en la Comisión de Secretos Oficiales a cambio de sostener el Gobierno, se reforma. Da igual. Lo importante para ustedes es seguir en el poder y a ello supeditan sus programas, sus promesas electorales y, a veces como hoy, sus propios principios”, añadió.
A Arrimadas: “Es cierto que hace dos legislaturas, mediante acuerdo, se constituyó esta Comisión por representantes de todos los grupos parlamentarios. Pero hay una diferencia sustancial entre la situación de entonces y la actual. La primera es que entonces no se incorporó a la misma ningún diputado de Bildu. Y la segunda es que, a comienzos de 2017, aún no se habían producido las gravísimas actuaciones de dirigentes independentistas que llevaron a unos a ser juzgados y condenados por graves delitos y a otros a huir de manera cobarde de la Justicia”
“Unas actuaciones contra nuestra integridad territorial y contra nuestro Estado de derecho que han venido siendo justificadas desde entonces por algunas fuerzas independentistas de manera reiterada y sin el más mínimo signo de arrepentimiento. Por esa razón, nuestro grupo no va a avalar determinadas candidaturas”, aseguró.
“Y no lo vamos a hacer por responsabilidad, por sentido de Estado y también en ejercicio de nuestra libertad. No hablen de vetos, señor Errejón. Porque la misma libertad que tienen ustedes para decir en esta Cámara lo que les da la gana, es la misma libertad que tenemos los demás para decidir las condiciones de idoneidad de los candidatos para formar parte de la Comisión de Secretos Oficiales. Faltaría más”, subrayó.
“Se lo puedo decir más alto, pero no más claro. Nosotros actuaremos de acuerdo a nuestros principios y defendiendo siempre el interés general de los españoles. Por eso, nosotros no hemos puesto ningún problema a que se constituya esta Comisión, pero no estamos de acuerdo en el cambio de las reglas de esta votación ni vamos a dar la confianza a aquellos que no la merecen”, destacó.
A los independentistas: “A ustedes nadie les ha obligado a formar parte de esta Comisión. Son ustedes los que quieren voluntariamente pertenecer a ella. Pero les diré una cosa: la Comisión de Secretos Oficiales no es una Comisión cualquiera. Es una Comisión especial que maneja información sensible y estratégica para la defensa de la integridad territorial del Estado. Una Comisión que tiene acceso a determinadas actuaciones de nuestros servicios de inteligencia que afectan a nuestra seguridad como nación”
Recalcó que “a los diputados que quieran formar parte de ella se les debe exigir un plus de lealtad con el Estado y un compromiso de confidencialidad y de reserva. Compromiso cuyo incumplimiento no podría ser calificado como una mera indiscreción, sino que podría entrar de lleno en la esfera de los delitos penales por poner en riesgo la seguridad de todos”
Por eso, destacó que “el problema no reside en las labores de inteligencia que lleve a cabo el Estado para defenderse, siempre y cuando estén justificadas y cuenten con autorización judicial. El problema reside en para qué quieren algunos estar en la Comisión de Secretos Oficiales y en cómo se va a utilizar la información que en ella van a conocer. Mucho más teniendo en cuenta el contexto geoestratégico que estamos viviendo y las posibles conexiones de algunas fuerzas políticas con el régimen de Putin, tal y como deslizó ayer en esta Cámara la propia ministra de Defensa”
“Y ahí está la clave. Porque algunos deberían ser conscientes que, de acuerdo a la ley, antes de entrar en esas sesiones de la Comisión tendrían que dejar fuera sus aspiraciones soberanistas y trabajar dentro de ella en clave nacional española, defendiendo aquello en lo que dicen que no creen: defendiendo nuestra integridad y nuestro marco de legalidad y de convivencia. Así que aclárense. Porque no se puede defender la ruptura con el Estado y querer formar parte de una Comisión que pretender garantizar su unidad, su protección y su seguridad”, advirtió.
“No se puede soplar y sorber a la vez. No se puede defender una cosa y su contraria. Eso demuestra que ustedes no son de fiar. Por eso no les vamos a dar la confianza. Y exigiremos al Gobierno que esté vigilante para que la información a la que tengan acceso no se utilice indebidamente y pueda poner en riesgo nuestra integridad y nuestra seguridad”, apostilló.
“Pero eso ya no sería responsabilidad nuestra, del Grupo Parlamentario Popular. Eso sería responsabilidad de quienes van a apoyar a estas fuerzas políticas para que formen parte de la Comisión de Gastos Reservados. Eso sería responsabilidad de quienes han puesto, una vez más, su propia supervivencia política por encima de los intereses del Estado. Y eso, créame, que los españoles no se lo van a perdonar fácilmente”, concluyó.