Según la Nota de prensa, las CCAA frenan el ritmo de crecimiento, pero continúan con la recuperación. Entre los principales resultados, en la misma se destacan los siguientes:
- Baleares y Canarias repetirán en 2022 como las regiones con mayores incrementos del PIB, mientras Cantabria, Extremadura, Castilla y León, Aragón y Castilla-La Mancha se situarán a la cola.
- Ninguna región habrá recuperado este año el nivel de PIB prepandemia, pero las que más cerca se encontrarán son Extremadura, Castilla-La Mancha y Galicia.
La capacidad de aprovechar los fondos europeos, el peso del turismo, la intensidad energética de su sistema productivo y las diferencias en las tasas de inflación condicionarán la evolución de las economías autonómicas.
El estudio analiza la situación de cada una de las CCAA situación. Estas son las referencias a Galicia:
“ El PIB de Galicia decreció un 9,1 % en 2020, por debajo de la media nacional gracias fundamentalmente a la menor caída del VAB del sector servicios. Esta fue consecuencia, no solo del menor peso del turismo internacional en su PIB, sino también de un comportamiento menos negativo de este, con un menor descenso en el número de turistas recibidos y en el número de pernoctaciones.
La caída de la actividad en los sectores industrial y de la cons- trucción fue semejante a la media nacional, aunque su aporta- ción al crecimiento del PIB fue más negativa debido a su mayor peso dentro de su estructura productiva. Y ello a pesar de que sus exportaciones sufrieron una caída menos acusada que el conjunto nacional, gracias al buen comportamiento de las de automóviles, que pese a ser uno de los sectores más afectados por la pandemia crecieron un 9,2 %. Los sectores que sufrieron una mayor contracción en sus ventas al exterior fueron el de textil y confección, también fuertemente afectado por la pan- demia, y el de derivados del petróleo.
El número de ocupados, según la EPA y según el número de afiliados a la Seguridad Social, sufrió un descenso más moderado que la media, aunque en términos efectivos – descontando los trabajadores en ERTE y los autónomos con prestación– la caída fue mayor. Su tasa de desempleo se incrementó hasta el 12 %.
El crecimiento en 2021 se estima en un 5,1 %. Tanto el índice de producción industrial como la cifra de negocios en los servicios crecieron por encima de la media. Sus expor- taciones a precios corrientes crecieron en una medida similar al conjunto de España, un 20,6 %, pero tras haber caído menos intensamente el año anterior, de modo que es una de las tres regiones en las que las exportaciones más habían crecido en 2021 en comparación con 2019. Dicho crecimiento procedió de la recuperación de los sectores de textil y confección y de derivados del petróleo, pero también del buen comportamiento de las ventas al exterior de otros productos, como metales no ferrosos, hierro y acero –favorecidos por la coyuntura internacional– y productos pesqueros.
La recuperación del empleo, sin embargo, fue relativa- mente modesta, aunque debido al menor efecto rebote derivado de la menor caída el año anterior. De hecho, el número de afiliados a la Seguridad Social superaba al final del ejercicio el nivel previo a la pandemia. La tasa de paro descendió hasta el 11,7 % de media anual, ligeramente por debajo de la cifra de 2019, favorecida por la reducción de la población activa.
Las cuentas públicas gallegas registraron un déficit del 0,16 % del PIB en 2021, tras el ligero déficit del 0,07 % obte- nido el primer año de la pandemia.
Se prevé un crecimiento del PIB del 3,8 % en 2022. Como factores negativos, pesan en su contra un elevado con- sumo energético, una tasa de inflación más elevada y un peso importante del sector del automóvil, con importan- tes problemas de suministro. En cualquier caso, será una de las regiones que más cerca se encontrarán del nivel de PIB previo a la pandemia. La tasa de paro descenderá hasta el 10,3 %, un resultado que mejora significativamente la media nacional”
