Hoy el periódico
recoge alguna de sus manifestaciones que me permito reproducir:
“La alta velocidad ferroviaria puede cambiar la historia de los gallegos”
“El hecho de ser la primera comunidad del
norte de España en tener alta velocidad supone una oportunidad para su
desarrollo y podría convertir a Galicia en el motor de este territorio”.
Recordó también que
“fueron muchos los que cuestionaron el desarrollo de esta infraestructura”,
amparándose en la falta de rentabilidad económica. A estos que no querían el AVE
gallego, Blanco les contestó que “es una cuestión de lógica social”. En este apartado recordó como desde partidos de ámbito nacional pero también nacionalistas se querían orpedearnos y citándome, recordó los debates que yo tuve en defensa de nuestra línea de alta de velocidad.
También se paró el
ex ministro a recordar las grandes dificultades que entraña llevar a cabo una
obra de tal calado. El principal, además de las críticas políticas, es la
orografía. Como ejemplo, Blanco nombró el tramo que une Pedralba y Ourense, que
cuenta en su trazado con “cerca de una treintena de túneles y otros tantos
viaductos”.
Otra decisión
importante tomada durante su etapa al frente de Fomento tuvo que ver con el
tramo Lubián-Ourense, en el que decidieron independizar el trazado de la vía de
servicio existente por dos motivos: el primero, para que se pudiese circular a
más de 300 km/h, y el segundo, para no cortar la línea ferroviaria en el
transcurso de las obras.
Fotos José Paz |
“Blanco también repasó los retos que sigue teniendo Galicia en relación al transporte. En primer lugar, subrayó la importancia de “mejorar las conexiones con Lugo, tanto a nivel ferroviario como las autovías que unen esta ciudad con Ourense y con Santiago”.
Señaló que otra infraestructura clave es la salida sur de Vigo hacia Oporto, “un proyecto que ya tenía asignados fondos europeos y que Portugal paralizó en 2010 al no considerarlo prioritario”.
Otra
infraestructura a la que hizo mención Blanco, esta vez por una pregunta del
público, fue la A-76. El exministro, en cuyo mandato se produjo la paralización
de esta obra, recordó que “no todo se puede desarrollar a la vez y hay que
priorizar ciertas obras por encima de otras”, pero insistió en que “esta infraestructura
necesita un empujón y debe ser una de las prioridades del Estado en la
provincia”. La A-56 fue otra de las afectadas por la crisis.
También tuvo tiempo
el exministro de referirse a la estación intermodal de Ourense. Por una parte,
se defendió cuando se le preguntó por una falta de previsión de estas
instalaciones, indicando que “me reuní con los alcaldes de todas las ciudades
para hablar sobre estas obras”. Pero por otra parte, volvió a hacer mención a
la “crisis de caballo” que azotó España a principios de los 2010.