Informa ayer en su web Adif AV, que “promueve la nueva conexión para tráficos de alta velocidad al aeropuerto de Adolfo Suárez Madrid-Barajas desde la estación de Madrid-Chamartín-Clara Campoamor, con el lanzamiento del proceso de contratación de las obras con un presupuesto inicial de 26 millones de euros -con el respaldo de los fondos NextGenerationEU.
El proyecto contempla la conexión de la red de alta velocidad -en ancho estándar, 1.435 mm- con la terminal 4 de Barajas, el principal aeropuerto internacional español; una actuación totalmente compatible con el mantenimiento de los servicios de Cercanías existentes, que circulan en ancho convencional -1.668 mm-. Los trenes de alta velocidad podrán cubrir la distancia entre Chamartín y el aeropuerto en poco más de 10 minutos, evitando transbordos.
Esta infraestructura beneficiará, de forma directa, a todos los tráficos del corredor norte-noroeste y de Levante, que tienen su cabecera en Chamartín, y, gracias al túnel para trenes de alta velocidad recientemente puesto en servicio entre Chamartín y Puerta de Atocha, también con las circulaciones procedentes del sur y, en un futuro -mediante un enlace en construcción-, del corredor de Barcelona.
Configuración del nuevo acceso entre el hub de Chamartín y la T-4
La nueva conexión al aeropuerto aprovechará parte de la plataforma ya ejecutada en la construcción de la línea de Cercanías entre Chamartín y la T-4, en servicio desde 2011 con una longitud de 8,8 km. Hay que recordar que en aquel momento se plantearon algunas actuaciones encaminadas a preparar la infraestructura para la futura circulación de trenes de alta velocidad, que facilitan el desarrollo del nuevo proyecto. Desde la cabecera norte de Chamartín hasta el túnel de la A1 el nuevo trazado se realizará en vía única de ancho estándar, que será doble una vez superada la A-1 (desde Hortaleza) y hasta el túnel de acceso al aeropuerto, que ya cuenta con vía mixta de 3 hilos -apta para trenes convencionales y de alta velocidad-. Asimismo, se adaptará la vía en el interior del túnel norte de Barajas, adoptando en su totalidad un formato de triple hilo -ancho mixto- que permita la circulación tanto en ancho convencional como estándar. En total, se intervendrá sobre 3,5 km de línea ferroviaria, con una duración estimada para las operaciones de 17 meses. De forma complementaria, se actuará sobre las instalaciones de seguridad y comunicaciones, mediante un proyecto que alcanza su última fase de redacción. Esta actuación sobre vías e instalaciones constituye una primera fase del acceso definitivo. Por su parte, se encuentra aprobado el Estudio Informativo para el desarrollo de una fase posterior, mediante una conexión específica para los tráficos de alta velocidad.”
Esta actuación contribuirá a convertir la estación de Chamartín en un hub de transporte multimodal, plenamente integrado en el entorno y exponente de la movilidad sostenible, inteligente y conectada. Hay que recordar que la terminal se encuentra inmersa en un proceso de profunda transformación. La remodelación del edificio de la estación, junto con la ampliación que se desarrolla para ampliar su vestíbulo y su número de vías, preparan a Chamartín para afrontar los retos de la nueva movilidad: el aumento del tráfico ferroviario de pasajeros, asociado a la liberalización; la multimodalidad; y la transformación digital y los nuevos hábitos de consumo del viajero, en un contexto de mayor conciencia social sobre la sostenibilidad.
Asimismo, se encuentra en marcha un concurso internacional para redactar los anteproyectos y los proyectos para acometer una transformación integral del edificio de la estación y el soterramiento de parte de las vías. El conjunto del proyecto de remodelación y ampliación en que está inmersa la estación representa una inversión estimada global de 1.000 millones de euros.