En resumen, dice:
“Este artículo
examina el impacto que algunos acontecimientos recientes (en particular, el
repunte de las tasas de inflación y la guerra en Ucrania) están teniendo sobre
las expectativas económicas de los hogares españoles.
Para ello, se utiliza
la información de la Encuesta de Expectativas de los Consumidores (CES, por sus
siglas en inglés) del Banco Central Europeo.
El análisis muestra
que la revisión al alza que, desde mediados de 2021, presenta la inflación
esperada por los hogares se ha trasladado a sus perspectivas de gasto en
términos nominales, que habían mostrado una tendencia alcista hasta la
irrupción de la guerra.
Esta senda creciente
se ha interrumpido desde el inicio del conflicto bélico, que ha incidido de
forma significativa sobre las perspectivas relativas a los determinantes del
consumo de los hogares: estos anticipan ahora una evolución menos favorable de
sus rentas, de su posición patrimonial y de la situación económica general que
antes de la guerra.
En un contexto de
mayor avance proyectado de los precios, la interrupción de la tendencia alcista
que mostraban en meses anteriores las perspectivas de los hogares relativas al
avance de su consumo nominal (con un ajuste a la baja, en particular, de la
previsión de adquisición de bienes duraderos) conllevaría un menor dinamismo
del gasto en términos reales.
Además, la brecha
entre el avance previsto del gasto nominal y el de los ingresos se ha ampliado
con respecto al comienzo del año, por lo que las familias estarían anticipando,
implícitamente, unas tasas de ahorro algo más reducidas.
El análisis
presentado muestra también que, ante un aumento del gasto nominal en energía
consumida en el hogar, las familias con un colchón modesto de liquidez han
reducido el gasto en otros bienes.
Estas familias son,
mayoritariamente, las de rentas bajas, que, además, se ven más expuestas ante
variaciones en el precio de la energía, dado que la factura energética absorbe
una mayor proporción de sus ingresos.
En contraposición, los hogares que disponen de un mayor colchón de liquidez no han modificado de forma sustancial sus niveles de gasto en otras partidas, que habrían financiado mediante una reducción temporal de sus tasas de ahorro.”