Ayer sus Majestades los Reyes presidieron en el Palacio Real de Madrid la tradicional celebración de la Pascua Militar, que constituye un solemne acto castrense con el que se inicia el año militar.
En dicho acto se realiza un balance de las vicisitudes del año anterior y se marcan las líneas de acción que se desarrollarán en el siguiente. Además, se imponen condecoraciones militares a aquellos civiles y miembros de las Fuerzas Armadas que se han hecho acreedores de ellas durante el año vencido.
El Rey dijo:
"Queridos compañeros,
Como todos los años, –desde su instauración en 1782 por el Rey Carlos III–, esta ceremonia solemne de la Pascua Militar me permite, como Jefe del Estado y mando supremo de las FAS, reunirme con vosotros para expresaros mi reconocimiento y aprecio más profundos por la labor que permanentemente realizáis, tanto en España como fuera de nuestras fronteras.
Os pido que compartáis este sentimiento de admiración y orgullo, por vuestro trabajo en defensa de los valores constitucionales y de la legalidad internacional, con todo el personal de las FAS, de la GC, del CNI y el personal civil del Ministerio de Defensa.
Junto a la Reina, me alegra poderos transmitir nuestra felicitación más cálida y afectuosa, así como desearos lo mejor para el año que acabamos de empezar, tanto para todos vosotros, como muy especialmente para vuestras familias que, sin duda, representan vuestro mayor y mejor apoyo.
Señora Ministra, muchas gracias por sus palabras y buenos deseos. De sus palabras, constatamos la actividad intensa que han tenido nuestras FAS y la GC en el año que acabamos de terminar, a la vez que nos ha anticipado los retos que nos deparará el 2023.
Antes de continuar, quiero rendir homenaje y enaltecer la memoria de todos los compañeros que nos dejaron el año pasado. Su ejemplaridad y su vocación de servicio a España acompañarán siempre su memoria y son, sin duda, fuente de orgullo y de estímulo para toda la familia castrense. Como también es importante que la sociedad en su conjunto conozca y valore el ejemplo de quienes entregan su vida para servir, defender, proteger y dar seguridad a los demás.
Queridos compañeros,
Como ha señalado la Ministra de Defensa, el año 2022 quedará para siempre marcado por la injustificable, ilegal y brutal agresión e invasión rusa a Ucrania, que ha devuelto la guerra a nuestro continente y ha alterado gravemente el orden internacional y pone en serio riesgo la seguridad europea.
Esta guerra, lejos de socavar la unidad y provocar fisuras entre todos aquellos que defendemos el Derecho Internacional, la libertad, la paz, los valores democráticos y un orden internacional basado en reglas, lo que ha conseguido es reforzar nuestra cohesión y presentar un frente común a la invasión de Ucrania.
Qué duda cabe que este conflicto a las puertas de la OTAN nos afecta a todos los países, y de ahí la importancia de mantener la unidad de acción con nuestros socios y aliados.
Con ellos, con nuestros aliados, hemos celebrado el pasado mes de junio en Madrid una importante Cumbre, en la que se ha aprobado un nuevo Concepto Estratégico de la Alianza. Una Cumbre que ha coincidido con el 40 Aniversario del ingreso de España en la OTAN, que también pudimos conmemorar.
Sin duda, la adhesión a la Alianza Atlántica fue un acontecimiento histórico y trascendental que nos facilitó afianzar nuestro proceso de transición hacia una sociedad moderna y democrática, además de permitir una más completa integración en Europa y en esa amplia organización y estructura de defensa colectiva trasatlántica.
Para las FAS supuso un impulso significativo para su modernización, así como para la internacionalización de nuestros militares al formar parte de Organismos Internacionales y participar más activamente con ellos en Misiones fuera de nuestro territorio.
Nuestra contribución a la OTAN ha estado marcada por un alto nivel de implicación, que ha sido posible gracias al esfuerzo y al sacrificio de más de 125.000 hombres y mujeres de nuestras FAS que han participado en 22 operaciones bajo el paraguas de la Alianza, a quienes agradezco su compromiso y alto grado de profesionalidad.
En este último año habéis contribuido de manera eficaz a la Disuasión y Defensa colectiva del espacio Euro-Atlántico; integrados en la Op. de Policía Aérea de la OTAN; en las Agrup.Nav.Perm. de la Alianza; en la Op. de Apoyo a la Def.Aérea y protección antimisiles de la población en Turquía; así como en el Batallón Multinacional liderado por Canadá en Letonia, en el marco de la “eFP, Presencia Avanzada Reforzada”. Y, en la lucha contra el terrorismo, habéis participado en la Op.“Sea Guardian” y la Misión de la OTAN en Irak.
Queridos compañeros,
El compromiso de las FAS con la paz y la seguridad en todo el mundo se ve reflejado en los más de 30 años de participación en misiones en el exterior; España es uno de los países que más contribuye a las misiones y operaciones de la UE, de la Alianza y de NNUU.
En el año 2022 se han cumplido 30 años del despliegue de la Agrup. Táctica «Málaga» en la Op.”Alfa-Bravo” integrada en la Fza.de Protección de la ONU en Bosnia-Herzegovina, y de los buques de la Armada en el bloqueo naval de la UEO y la OTAN en el Mar Adriático.
Aquí, quiero resaltar, además del alto grado de formación y preparación de nuestros militares, los valores que transmiten y su cercanía e implicación con la población local en todas las misiones internacionales en las que participan, en escenarios tan distintos como Irak, el Líbano, Mali, el Mar Mediterráneo, Somalia, Rumanía o Letonia.
Prueba inequívoca de este prestigio internacional es que dos generales de nuestro ET lideran hoy la Misión de la FINUL (Fuerza Interina de Naciones Unidas en Líbano) y la EUTM (Misión de Formación de la UE) en Mali. Pero, además, en este año que acabamos de comenzar, está también previsto que otro general español asuma el mando de la Misión de la OTAN en Irak.
Y es que –como nunca me cansaré de subrayar–, si por algo destacan nuestras FAS, GC y CNI, además de por su profesionalidad y eficacia, es por su vocación de servicio, su sentido del deber y su calidad humana.
Tampoco podemos olvidar que, en el 2022, España ha sufrido una de las peores olas de incendios, que desgraciadamente nos han dejado 4 fallecidos, importantes pérdidas económicas y cientos de miles de hectáreas forestales calcinadas.
Por eso, cuando hablamos de servir, de abnegación, valor y solidaridad, creo que es de justicia destacar este año la labor que realizan los hombres y mujeres que forman parte de la Unidad Militar de Emergencias, como homenaje y agradecimiento por el duro y extraordinario trabajo que han hecho este último verano, el más difícil que ha afrontado la UME en su historia.
Creo sinceramente que todos, los militares y la sociedad española en su conjunto, podemos sentirnos nuevamente muy orgullosos y agradecidos.
Así me he sentido también al visitar diferentes unidades y presenciar distintos ejercicios y maniobras durante el año, siendo testigo una vez más del alto grado de preparación y profesionalidad de nuestros militares. Y eso se refleja los 365 días del año en el desempeño de las operaciones permanentes que realizan muchas unidades –si no todas– de nuestras FAS.
Pero entre los desafíos a los que nos enfrentamos como europeos, la Guerra de Ucrania –además de nuestras contribuciones a la seguridad colectiva y compromisos internacionales con la paz y la estabilidad en diversos escenarios mundiales– ha hecho evidente la importancia de invertir en Defensa.
Por ello, en un entorno estratégico como este, para que nuestros Ejércitos y Armada puedan cumplir con todo lo que se les demanda, es preciso dotarlos de los recursos necesarios que garanticen una formación de la máxima calidad, unas capacidades militares suficientes y de vanguardia tecnológica, y una operatividad flexible y adecuada.
Como ha dicho la Ministra de Defensa, los Presup. Gen. Est. para este año 2023, recogen un aumento significativo en el capítulo de inversiones destinado a la modernización y mejora de las capacidades militares. El reto ahora es adquirir los medios y dotar a las unidades con lo necesario para lograr una Fza.Conjunta aún más moderna, eficaz, viable y sostenible a medio y largo plazo.
Queridos compañeros,
En el año que termina ha habido muchos acontecimientos, celebraciones y momentos emotivos de los que quiero recordar algunos de manera especial.
El EA ha cambiado de nombre. Ha pasado a denominarse formalmente “Ejército del Aire y del Espacio”. Y es que los ámbitos aéreo y espacial han de concebirse como un todo continuo y único, el aeroespacial. Por tanto, era necesario establecer un órgano para unificar las medidas dirigidas a controlar, proteger y garantizar la utilización del entorno aéreo y del espacio ultraterrestre simultáneamente.
En el mes de junio, SM. la Reina amadrinó el acto de Entrega de la Bandera a la FGNE, un acto siempre de gran simbolismo, emoción y solemnidad para cualquier unidad de las FAS y la GC.
La Armada continuó dando el mayor realce a la conmemoración del V Centenario de la 1ª vuelta al mundo –completada por el marino de Guetaria, Juan Sebastián de Elcano–; cuyo colofón fue la Revista Naval que celebramos el mismo histórico día del 6 de septiembre en aguas del Golfo de Cádiz frente a Sanlúcar de Barrameda.
También se celebró el centenario de la B.A. de Armilla. En esta base se han formado como pilotos de helicópteros miles de alumnos tanto del ET, de la Armada, del EA y de la GC, como de la DGT, del CNP e incluso de países amigos. Guardo muy buenos recuerdos de cuando en 1996, siendo Príncipe de Asturias, realice allí un curso intensivo de piloto de helicópteros.
Otro importante centenario fue el de la creación de las unidades acorazadas; que necesariamente cobran hoy, como sabemos, nuevo protagonismo. Fue el 9 de marzo de 1922 cuando se organizó en la Escuela Central de Tiro de Carabanchel, al mando del Cap. Vicente Valero de Bernabé y Casañes, la 1.ª Compañía de Carros Ligeros del Ejército Español.
Por último, en octubre de 1872 los 2 Regimientos de Ingenieros hasta entonces existentes pasaron a 4, y se creó una Compañía de Ferrocarriles en cada uno de ellos, por lo que en 2022 se ha cumplido el 150 aniversario de las primeras unidades de ferrocarriles.
Queridos compañeros,
Para terminar, quiero deciros una vez más –aunque bien lo sabéis− que, en el ejercicio de vuestra profesión y vocación, así como en el cumplimiento de vuestro deber –siempre presente y vigente vuestro juramento o promesa–, me tenéis a vuestro lado y contáis así con el apoyo incondicional de la Corona.
Pero hay algo aún más importante que tenéis en vuestro haber y bien ganado, y sé cuánto lo apreciáis y os anima: es el reconocimiento y la admiración de toda la sociedad por vuestro trabajo permanente, como servidores públicos que, llevados por vuestro espíritu y altas virtudes militares y dispuestos a asumir todos los riesgos que sean precisos, dedicáis vuestra vida a servir y defender a España y a todos sus ciudadanos.
Y ahora, como expresión y testimonio de vuestro compromiso y entrega, os pido que todos juntos gritéis conmigo:
¡VIVA ESPAÑA!"