Votaron a favor 18
diputados (PSOE, Podemos y PNV) y 19, en contra (PP, Vox, Cs,
ERC, Bildu, UPN y JxCat).
Los cuatro puntos de discordia entre PSOE y sus socios habituales ERCE y EH Bildu son la desobediencia y resistencia a la autoridad (artículo 36.6); las faltas de respeto a los agentes (artículo 37.4); las devoluciones en caliente en la frontera (disposición adicional primera); y, la prohibición del uso de pelotas de goma (artículo 23).
De hecho, hasta el último momento los socialistas han intentado "in extremis" negociar unas enmiendas sobre el uso antidisturbios con doce meses vistas, por si ERC sucumbía a la tentación algo que la diputada del PP, Ana Vázquez les ha recordado que "lo mismo ni están en el Gobierno".
La portavoz de Interior del Grupo Popular en el Congreso, la ourensana Ana Belén Vázquez, explicó que Sánchez intentaba aprobar una serie de medidas innecesarias con el único objetivo de favorecer la delincuencia y limitar la capacidad operativa a las FCSE”
Reprochó al PSOE que, antes de decaer el trámite de la contrarreforma de la Ley de Seguridad Ciudadana “hubiera tragado con 36 enmiendas aprobadas con Bildu, ERC, etc…”
Aseveró que si el PSOE y UP hubieran aprobado esta ley “supondría cambiar los grilletes de las manos de los delincuentes a las manos de las FCSE, que es lo que quieren sus socios”. “Hubiera sido una ley de seguridad de Sánchez y no la que quieren los españoles”, sentenció.
Explicó que de haber superado el trámite de la reforma no serían sancionadas las manifestaciones espontáneas; además se obligarían a las FCSE a preavisar de manera audible; también se establecerían obstáculos al registro corporal (es decir no van a poder registrar a nadie para ver si llevan armas blancas, en referencia a las bandas juveniles)
De igual modo, la nueva Ley hubiera comportado que se limitasen a dos horas máximas para identificaciones con el agravante de devolver al mismo sitio. “Esta Ley es una incongruencia tras otra”, apostilló
Además, denunció que el intento de reforma planteada que “se ha saltado todos los informes preceptivos”
CONTRARREFORMA DE LA LEI DE PROTECCIÓN DA SEGURIDAD CIUDADANA
Recuerdo
hoy las palabras que pronunció el 17 de febrero en una rueda de prensa en la sede del PP de Ourense, Ana
Vázquez, en la denunció “que mientras
crecen los índices de criminalidad nada justifica que se impulse ahora una
contrarreforma de la Ley de Protección de la Seguridad Ciudad, que va a afectar
negativamente a las condiciones de trabajo de los cuerpos y fuerzas de
seguridad del Estado y, en consecuencia, a la eficacia de su actuación”. Y
añadió “ En materia de seguridad, subrayó, no puede haber política de buenismo”.
En esa rueda de prensa en la sede del PP recordó que la ley fue aprobada en 2015 por el gobierno del partido Popular, plenamente avalada por el Tribunal Constitucional en una sentencia de 2020 y por el Tribunal Europeo de los Derechos Humanos, “convirtiéndose en una herramienta muy útil para la aplicación de las medidas adoptadas durante el estado de alarma por la pandemia, para el ejercicio de nuestras libertades y derechos y para la protección de los cuerpos policiales”.
Así que celebro mucho que la reforma de esta ley no haya salido adelante y felicito expresamente a mi compañera Ana Vázquez por el enorme y eficaz trabajo que desplegó en la tramitación de esta proposición de ley.