miércoles, 9 de agosto de 2023

“Las exportaciones de bienes en España crecieron en 2022 menos de lo que se derivaría de la evolución de la demanda final y de la competitividad

 


Ayer, el Banco de España, publicó en su Boletín Económico 2023/T3  un artículo titulado “El comportamiento reciente de las exportaciones de bienes. Algunos factores explicativos” del que son autores:  Coral García Esteban, Ana Gómez Loscos y César Martín Machuca.

 Este artículo considera los efectos de las perturbaciones que la economía mundial ha sufrido en los últimos tres años y que han afectado profundamente a los intercambios comerciales. Y evalúa los efectos sobre las exportaciones españolas de bienes y reflexiona sobre su posible persistencia de cara al futuro.

Recomiendo su lectura:

https://www.bde.es/f/webbe/SES/Secciones/Publicaciones/InformesBoletinesRevistas/BoletinEconomico/23/T3/Fich/be2303-art10.pdf

 

No obstante reproduzco aquí sus “Consideraciones Finales”

Las exportaciones de bienes en España crecieron en 2022 menos de lo que se derivaría de la evolución de la demanda final y de la competitividad-precio en términos agregados. De acuerdo con el análisis presentado, este menor dinamismo habría reflejado, al menos parcialmente, la pérdida de competitividad de las ramas manufactureras más intensivas en energía, debido al fuerte ascenso de los precios de las correspondientes materias primas, así como los efectos adversos de los cuellos de botella globales sobre la producción y las exportaciones de algunas ramas manufactureras (en especial, de automóviles). Estos factores desfavorables se amortiguaron gracias al notable repunte de las exportaciones de productos energéticos, debido, en parte, a las ventajas comparativas de España en términos de infraestructuras y de ubicación geográfica para erigirse como proveedor alternativo de los países de la UE más dependientes del suministro de Rusia, sobre todo de gas natural.

Asimismo, también contribuyó positivamente la pujanza de las exportaciones de medicamentos, impulsadas por una mayor demanda de estos productos desde la pandemia y por las estrategias de búsqueda de la seguridad de abastecimiento adoptadas por los productores.

Con todo, en el primer semestre de 2023, las exportaciones de bienes se han debilitado, lastradas por la desaceleración de los mercados de exportación. Las perspectivas a futuro sobre el grado de persistencia de estos factores están rodeadas de una elevada incertidumbre, asociada, principalmente, a la evolución de las tensiones geopolíticas y a su impacto sobre los mercados de materias primas, tanto energéticas como no energéticas. La relajación de las tensiones en los mercados de la energía desde finales del verano de 2022 y la resolución gradual de los cuellos de botella deberían permitir que se prolongue la etapa reciente de mayor dinamismo. No obstante, cabe esperar que el endurecimiento generalizado a escala global de las condiciones financieras limite el vigor de las exportaciones españolas, al menos a través del canal del tipo de cambio, que constituye uno a través de los cuales opera la transmisión de la política monetaria (Banco de España, 2023a).

A más largo plazo, cabe esperar que la evolución de los mercados de la energía, en particular en un contexto de transición energética asociada a la lucha contra el cambio climático, tenga consecuencias sobre la evolución de las exportaciones de nuestro país. Por un lado, resulta probable que el gas siga siendo más caro en la UEM, incluida España, que en otras áreas como Estados Unidos, en línea con la señal a medio plazo de los futuros de este hidrocarburo, ya que las fuentes alternativas al gas ruso podrán implicar precios estructuralmente más altos en la zona del euro, debido, en parte, a una mayor dependencia de las importaciones de gas natural licuado (Emter, Gunnella y Schuler, 2023). Esta situación podría derivar en un impacto negativo sobre la capacidad competitiva de las industrias más intensivas en energía de la UEM, incluida España. Además, los costes de estas ramas pueden verse acrecentados, al menos de forma transitoria, por las políticas de transición energética y de lucha contra el cambio climático.

Por otro lado, en sentido contrario, las exportaciones energéticas pueden verse impulsadas por las ventajas comparativas de España en la producción de energías renovables, basadas en su situación geográfica, su climatología y el desarrollo de una industria productora de componentes utilizados en la generación eólica y solar (véase Banco de España, 2023b).

Las incertidumbres también afectan a la capacidad de crecimiento de las exportaciones de automóviles, cuya consolidación a medio plazo requiere una mayor especialización en la producción de vehículos eléctricos. En este sentido, resulta necesario un diseño adecuado de los PERTE relativos al transporte y a la transición energética, que permita que dichas inversiones puedan constituir una palanca de impulso de la capacidad competitiva de esta industria en nuestro país.

 Finalmente, la evolución de las exportaciones estará condicionada por la configuración futura de las cadenas globales de valor. Es probable que las estrategias basadas en la autonomía estratégica europea den lugar a una cierta regionalización de las cadenas de valor, al priorizarse la seguridad frente a las consideraciones de eficiencia (Ioannou et al., 2023)”