En relación con el “Mecanismo de Recuperación y Resiliencia: implementación y novedades”, dice que:
“A fecha de cierre de este artículo, se han aprobado los PRR de todos los EEMM de la UE y 18 de ellos han presentado alguna solicitud de pago.
En total, ha habido 27 solicitudes de pago, 23 de las cuales han sido aprobadas por la Comisión y el Consejo. Hasta la fecha, la Comisión ha proporcionado financiación por valor de unos 153,38 mm de euros a los EEMM de la UE, de los cuales dos tercios han sido en forma de subvenciones. Los mayores receptores de financiación del MRR hasta la fecha son Italia (67 mm de euros), España (37 mm de euros), Francia (13 mm de euros) y Grecia (11 mm de euros).
Para la financiación de los PRR la Comisión ha emitido un total de 338,21 mm de euros en bonos a largo plazo y 96,55 mm de euros en letras de la UE en el marco del Next Generation EU (NGEU) desde el inicio del programa en junio de 2021. Alrededor del 20% de la deuda emitida (35.500 millones de euros) son bonos verdes.
Los costes de los intereses asociados a esta parte de la deuda recaen en el presupuesto de la UE. Si bien cuando se lanzó este programa los tipos de interés estaban en mínimos históricos, en los dos últimos años han subido bruscamente.
Como resultado, un informe reciente del Parlamento europeo sugiere que, debido a los elevados niveles actuales y previstos de los tipos de interés, estos costes podrían ser el doble de lo que se estimó inicialmente al inicio del ciclo presupuestario 2021-2027 de la UE17.
Varios países europeos han aplazado sus solicitudes de desembolso y algunos países llevan retraso en sus solicitudes de pago en comparación con los plazos indicativos de los acuerdos operativos (véase gráfico 4.a). Además, la mayoría de los pagos aprobados hasta la fecha están asociados a la introducción de reformas vinculadas a cambios legislativos, que generalmente son más fáciles de implementar que las inversiones (véase gráfico 4.b).
Un claro ejemplo es España, con cerca del 60% de las reformas implementadas, mientras que las inversiones completadas no llegan al 10%. En algunos casos, las reformas estructurales requeridas se han retrasado. Como estas son condiciones previas para el desembolso de los fondos, se ha producido un efecto de retraso en cadena en el calendario de pagos.
Al mismo tiempo, al no presentar solicitudes de pago, los EEMM pueden evitar una evaluación negativa de su cumplimiento de los hitos y objetivos por parte de la CE. En este sentido, en marzo de 2023 la Comisión activó un procedimiento de suspensión de pagos en el caso de Lituania, al considerar que no se habían cumplido satisfactoriamente dos hitos importantes relacionados con la solicitud de pago.
Actualmente se están revisando los PRR debido a la adición de un capítulo REPowerEU y a las solicitudes de préstamos adicionales. En primer lugar, los EEMM tienen la posibilidad de actualizar sus PRR con un capítulo adicional con medidas destinadas a reducir su dependencia de las importaciones de combustibles fósiles.
En segundo lugar, también pueden hacerse revisiones debido al importante aumento de los precios. En tercer lugar, 10 EEMM (incluyendo España) han comunicado la intención de solicitar 147 mm de euros en préstamos adicionales con cargo al mecanismo de préstamos del MRR19. Por tanto, de los 225 mm de euros restantes en préstamos en el momento en que se acordaron los PRR originales, actualmente quedarían disponibles algo menos 80 mm de euros20. Hasta la fecha, Luxemburgo, Estonia, Francia, Malta, Eslovaquia (ya aprobados por la Comisión) y, más recientemente, Austria y Eslovenia han presentado PRR revisados.
El patrón de revisión a la baja de la absorción de fondos apunta a riesgos significativos de que los objetivos de inversión del MRR no se cumplan plenamente en 2026. Si bien se espera que las revisiones de los planes repercutan en el calendario de desembolso de los fondos del MRR en 2023 y años posteriores, también representan una oportunidad para abordar problemas en la administración de los fondos y aumentar su capacidad de absorción. De esta forma, los EEMM podrían volver a la senda prevista en 2024 y ponerse al día en el calendario de desembolsos, permitiendo que la actual infraejecución de las inversiones del NGEU se compense en años posteriores, especialmente en 2025 y 2026. Sin embargo, esto puede ser cada vez menos realista, sobre todo para los países con retrasos acumulados.
En el caso de España, a finales de marzo de 2023, recibió 6 mm de euros del tercer pago de los fondos NGEU, al haber cumplido satisfactoriamente con 121 hitos y objetivos de los 416 comprometidos inicialmente en el PRTR, es decir, con el 29 % de ellos. Con esta cantidad el país ha recibido ya el 53 % de los 69,5 mm de euros de las subvenciones asignadas inicialmente.
En junio de este año, el Gobierno español presentó una adenda al PRTR en la que se solicitan 7,7 mm de euros en transferencias adicionales21, otros 2,6 mm de euros en transferencias provenientes del REPowerEU y 84 mm de euros en préstamos blandos. Una cuantía importante de estos recursos adicionales (28 mm de euros, incluidos los 10,3 mm de euros en transferencias) se destinará a reforzar los 12 Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) que ya están en marcha (véase cuadro 4). Con otros 20 mm de euros de los préstamos se dotará al Fondo de Resiliencia Autonómica para la financiación de proyectos de inversión sostenible de las Comunidades Autónomas. Por su parte, se canalizarán 26,5 mm de euros de los préstamos a través del Instituto de Crédito Oficial para que las empresas financien proyectos en inversiones sostenibles, vivienda social en alquiler y crecimiento empresarial.
Por último, el resto de los préstamos irán a dotar distintos fondos para apoyar el tejido empresarial, ampliar los incentivos fiscales de las inversiones de familias y empresas en transición energética y reforzar los mecanismos de cohesión social. Las reformas que recoge la adenda van dirigidas a acelerar la transición ecológica y la transformación digital para impulsar el despliegue de las energías renovables, fomentar la movilidad sostenible, reducir la dependencia de los combustibles fósiles y reforzar la autonomía estratégica en sus distintas dimensiones. Al mismo tiempo, se prevén actuaciones para reforzar el capital productivo.”