Tras las rueda de prensa por las que se ha conocido el ominoso pacto entre PSOE y Junts para investir a Pedro Sánchez a cambio de una amnistía para los implicados en los procesos soberanistas catalanes desde el 2012 ofrecidas por Santos Cerdán y el expresidente catalán, Carles Puigdemont, el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, dio a conocer esta Declaración Institucional:
"Buenos días.
Quiero empezar
condenando el disparo en la cara que ha sufrido Alejo Vidal Quadras, el ex
presidente del PP de Cataluña. Apelo a la pronta investigación, que aclare lo
ocurrido y de cuenta de los culpables y por supuesto y nos solidarizamos con su
familia, y a hacemos votos para que Aleix Vidal-Quadras mantenga su vida.
Gracias a los medios de comunicación por su asistencia y también gracias por su
atención a todos los españoles que nos están siguiendo en este momento.
Comparezco igual
que mis compañeros del Comité del PP de manera urgente y solemne ante la
extraordinaria situación que estamos viviendo y para compartir con mi país el
primer balance de la negociación de la investidura del candidato Sánchez:
España ha perdido, los independentistas están ganando y el PSOE ha
desaparecido.
Digo que España
está perdiendo porque se está sacrificando la igualdad, los impuestos, la
dignidad y el Estado de derecho de todos. Digo que el independentismo está ganando
porque está avanzando en todos sus objetivos y lamentablemente y digo
lamentablemente el Partido Socialista Obrero Español está desapareciendo.
El anuncio del
acuerdo para ser investido el candidato Sánchez es el culmen de la deriva en la
que ha metido a su partido el que ha perdido las elecciones para intentar
mantener el poder a toda costa, y también lamentablemente es una deriva a la
que está arrastrando a todo el país. El candidato socialista se ha unido a
aquellos que tienen como objetivo derrotar al Estado para apoyarles en su lucha
contra el Estado.
La humillación a la
que el señor Sánchez ha sometiendo a este país ha sido completa e inapelable,
hasta el punto de que los independentistas han decidido anunciar este acuerdo
en el aniversario de la convocatoria de ilegal que ha tenido Cataluña hace unos
años. Y todo ello lo sabemos porque los independentistas nos lo están contado.
Sánchez ha decidido
emprender este proceso de capitulación a espaldas de los españoles, haciendo
justo lo contrario de lo que prometió que haría y sin ser capaz de dar la cara.
Ha sido un prófugo de la Justicia española, desde fuera de España, quien ha
tenido que informar de la ley y de los acuerdos que se están redactado y de
cómo van a condicionar la gobernabilidad de la nación española los próximos
meses o años hasta que independentistas decidan que permanezca la legislatura.
Hoy conocemos un
acuerdo que demuestra que el PSOE está cediendo a todas y cada una de las
exigencias de los independentistas, que no han hecho ni una sola concesión, ni
muestran el más mínimo arrepentimiento ni deseo de reconducir la situación,
sino más bien todo lo contrario.
Un acuerdo que se
refiere: Al reconocimiento de Cataluña como nación, distinta a la nación
española. Que recoge que Junts propondrá un referéndum de autodeterminación.
Que defiende una fiscalidad y la cesión del 100% de los tributos a Cataluña
propia para Cataluña.
Y que incluye en la
amnistía una referencia al lawfare. Es decir, un acuerdo que viene a negar que
España sea un Estado de Derecho. ¿A cambio de qué? A cambio de saciar la
ambición personal que no conoce límite alguno. Una ambición guiada por la
conveniencia personal, no por la convivencia colectiva.
Los acuerdos con
los independentistas quiebran la igualdad de los españoles ante la ley. Los
acuerdos con los independentistas convierten en legales hechos delictivos. Y
los acuerdos con los independentistas condenan a todos aquellos catalanes y
resto de españoles que defendieron la democracia cuando era atacada.
Estos acuerdos de
la vergüenza no resuelven ningún problema sino que los agravan todos. Estamos
hablando de ceder ante un chantaje que: Convertirá en represor a nuestro
Tribunal Supremo y será un golpe a los cimientos del Poder Judicial. Debilitará
nuestro Estado de las Autonomías, acabando con la igualdad de los españoles que
consagra la Constitución. Y legitimará el discurso del independentismo, que ya
hemos visto que sale reforzado para retomar otra vez su pulso contra el Estado.
Y todo ello hecho
de espaldas a los ciudadanos, con ocultación y actuando en la dirección
contraria a lo prometido en la campaña electoral y a lo defendido por el PSOE
durante toda su historia. Sin contar con ningún tipo de consenso de los
partidos políticos ni de la sociedad española. De hecho, se ha obviado a casi
la mitad de los españoles. No solo a los más de 11 millones que votaron cambio,
que han sido maltratados por el candidato Sánchez. Sino también a millones de
socialistas que fueron a votar pensando que su partido rechazaba la amnistía y
que ven hoy cómo han sido engañados y humillados.
El acuerdo conocido
hoy confirma un temor compartido por muchos españoles. Es un hito más en la
erosión planificada de la democracia en España. Prosigue el camino iniciado con
los indultos a medida, la reforma del Código Penal redactado a la carta de los
condenados y la amnistía a los que delinquieron irá seguida de otras medidas
que ya son posibles como el referéndum de autodeterminación y el momento será
el que marquen los independentistas.
Advertimos de que
el señor Sánchez estaba dispuesto a todo para mantenerse en el poder y,
lamentablemente, el tiempo nos ha dado la razón. Incluso, ha superado las
expectativas. Sánchez está cediendo por entero al chantaje del independentismo.
Una entrega completa y sin matices, que pagaremos todos los españoles con
nuestros impuestos, nuestros derechos y nuestra dignidad. Para resumir las
cesiones a las que los independentistas han obligado al candidato Sánchez:
La primera, una
amnistía sin absolutamente nada a cambio por parte de los amnistiados, que
mantienen su intención de seguir golpeando al Estado y su afán soberanista. Y,
además, se jactan de ello ante el propio Gobierno y lo ratifican en sede
parlamentaria. Una amnistía, en segundo lugar, que acusa al Estado hacer juego
sucio y que socaba nuestra separación de poderes y humilla también al Poder
Judicial. La apertura, en tercer lugar, de una opción de un referéndum con los
independentistas y con el anuncio de llevarlo a cabo. En cuarto lugar la ruptura
de la homogeneidad de la conectividad ferroviaria en el ámbito del territorio
nacional. En quinto lugar, acceder a poner un mediador internacional entre
Cataluña y España, dando así categoría a un supuesto conflicto internacional
que no existe.
Y cambiar directamente
los votos que necesita para ser presidente del Gobierno por más de 15.000
millones de euros de los impuestos de todos los españoles. Un precio que,
insisto, pagaremos todos y que, por supuesto, por lo menos, no debería hacerse
a espaldas de los españoles. En definitiva, privilegiar a una minoría en
detrimento de la mayoría y acabar con la igualdad entre españoles que consagra
la Constitución y que el PP defenderá siempre. Lo hice en mi investidura:
Demostramos que es posible rechazar el chantaje y que no todo vale para ser
presidente del Gobierno de España.
Y antepusimos los
intereses generales a los intereses particulares. Ofrecimos una alternativa de
pactos de Estado que el señor Sánchez rechazó, prefiriendo entonces este
acuerdo de la vergüenza que, sin ninguna duda, todos los españoles sufriremos y
del que se arrepentirán los socialistas, que no están haciendo nada por
evitarlo.
Ya les avanzo que
lucharemos con todos nuestros medios ante esta deriva y ante este cambalache de
votos por privilegios. Lo haremos por la vía parlamentaria. Por la vía legal. Y
a través de la movilización social firme, serena y respetando siempre la
convivencia. Daremos voz a la mayoría de los españoles, a millones de
españoles, también a la mayoría de los socialistas que consideren oportuno.
También una mayoría
de catalanes que no han apoyado esto y que no están de acuerdo con esto. Esta
deriva no va a llevar al PSOE a buen puerto. El PSOE ha renegado a su historia
y a sus principios y ha renunciado a defender lo que representa. Y eso lo
pagarán, más pronto que tarde. España va a sufrir, pero se va a recuperar, como
siempre lo ha hecho. Es cierto que la democracia española está volviendo a
sufrir un ataque sin precedentes. Pero no es la primera vez que la democracia española
se ve amenazada.
El golpe de Estado
del 23 de febrero de 1981, el golpe del terrorismo de ETA durante décadas y el
golpe perpetrado por el independentismo catalán en 2017, fueron desafíos a la
libertad y la convivencia en España. En este caso, el desafío a los valores de
la Constitución está protagonizado por un candidato a la presidencia del
Gobierno. El golpismo de antes tuvo enfrente a todos los presidentes de
Gobierno de España. Y en esta ocasión, quien aspira a dirigir la nación, tras
ser derrotado en las urnas, se confabula con los que quieren mutilar nuestra
nación.
Hoy debemos decir
con toda claridad que el PSOE ha enterrado su tradición constitucionalista y
que el independentismo puede sentirse protegido porque está en las manos del
señor Sánchez. Hoy el Partido Socialista toma el relevo de Junts y ERC al
frente del procés, asume el relato separatista y se compromete a promover todos
sus objetivos. Lo hace: En el aniversario de la consulta ilegal, cerrando una
investidura en el extranjero y con un mediador internacional. Y aceptando que
la Justicia española persigue a ciudadanos por su ideología. Es difícil
imaginar mayor claudicación. La reacción ha de ser firme y serena.
La reacción ha de
ser institucional, legal, política y social. Y debe ir más allá de los márgenes
de los partidos políticos. Estamos ante un desafío a la democracia española que
requiere la reacción de los demócratas españoles, sin distinción de ideología.
La democracia nos debe unir una vez más.
Si para ser
presidente del Gobierno, alguien está dispuesto a ser un mero instrumento en
manos del independentismo, la nación y sus ciudadanos tienen el derecho y el
deber de hacer oír su voz. Cada vez hay más motivos para acudir a las
movilizaciones de este domingo 12 a las 12 de la mañana en las plazas de las
ciudades de España, una movilización serena y sin ira. Somos una democracia
fuerte, plural y con principios.
Disponemos de
resortes para contrarrestar a los que quieren debilitarla. Los usaremos todos
con la máxima energía. Y, finalmente, la democracia española prevalecerá. El
independentismo y sus aliados quieren la resignación del pueblo español. No la
van a tener. Ni ahora ni nunca. Sánchez se ha rendido a las exigencias del
independentismo. Los españoles pueden tener toda su confianza en nosotros no
nos vamos a rendir. No vamos a fallar a los ciudadanos de nuestro país, a todos
los españoles.
Muchas gracias”