martes, 2 de enero de 2024

Banco de España y OCDE prevén para 2024 una ralentización del crecimiento de la economía española

 


El Banco de España (BdE) publicó el 19 de diciembre sus proyecciones macroeconómicas para la economía española 2023-2026. Estas proyecciones constituyen la aportación del BdE al ejercicio conjunto de proyecciones del Eurosistema, que se realiza trimestralmente (en marzo, junio, septiembre y diciembre). Por su parte, la OCDE publicó el 29 de noviembre su segundo Informe de Perspectivas Económicas de 2023 en el que el organismo realiza un análisis del contexto económico internacional y de cada una de las economías de la OCDE

En el Boletín del  Departamento de Análisis Económico y Presupuestario del Congreso de los Diputados se recogen los principales resultados de estas proyecciones, los supuestos técnicos en los que se apoyan y los principales riesgos a los que se enfrenta la economía mundial, y la española en particular. Se presenta de inicio la actualización del cuadro de previsiones para la economía española (2023-2024)

Resalto alguna de los párrafos de este interesante Boletín Parlamentario:

"Tras un crecimiento del PIB del 5,8% registrado en 2022, el Banco de España (BdE) estima que la economía española se ralentizará en 2023 y 2024 hasta el 2,4% y el 1,6% respectivamente, para repuntar ligeramente al 1,9% en 2025 y al 1,7% en 2026.

Respecto al anterior informe trimestral, de septiembre de 2023, el BdE eleva una décima la previsión de crecimiento para 2023, y la reduce en dos y una décima para 2024 y 20251 (gráfico 3).

Prevé el Banco de España que el crecimiento de la actividad tenderá a estabilizarse en niveles ligeramente superiores a los observados en el último semestre, apoyado fundamentalmente en la demanda interna, en un contexto de moderación de la inflación, de creación de empleo y de incrementos salariales.

Respecto a España, la OCDE apunta a una ralentización de la actividad en la segunda mitad de 2023. Las previsiones de crecimiento son del 1,4% para 2024 y del 2,0% para 2025.

La demanda interna seguirá siendo el principal motor del crecimiento, aunque se ralentizará por el endurecimiento de las condiciones financieras y la persistente inflación prevista para 2024. 

La actividad repuntaría en 2025, ayudada por la recuperación de los socios comerciales de la UE, la resiliencia del mercado laboral y la materialización de los proyectos del PRTR. La inflación se moderaría hasta el 2,3%, y también lo haría la subyacente, hasta el 2,2% (ver cuadro 2 siguiente). 

Destaca la OCDE la reducción prevista del déficit público, si bien reclama una mayor y más sostenida consolidación fiscal, para situar la deuda en una senda descendente y generar margen para los gastos derivados del envejecimiento y las inversiones orientadas al crecimiento, al crecimiento de la productividad y de la innovación, a la educación y la cualificación laboral. 

Otras recomendaciones del informe apuntan a la necesidad de reducir las diferencias de regulación internas entre comunidades autónomas y a una fiscalidad ambiental que amplíe la base impositiva y reduzca las exenciones. 

• Señala el organismo, al igual que el Banco de España, que las previsiones están marcadas por riesgos significativos a la baja, derivados de las tensiones geopolíticas y de una implementación lenta del PRTR, riesgos que podrían contribuir a un mayor crecimiento si, por el contrario, evolucionaran de manera favorable".