miércoles, 24 de julio de 2024

El GPP rechaza apoyar los objetivos de déficit del Gobierno dada su poca credibilidad, los riesgos de insostenibilidad y el abuso del procedimiento legislativo

 

Ayer debatimos en el Pleno del Congreso el Acuerdo del Gobierno por el que se fijan los objetivos de estabilidad presupuestaria y de deuda pública para el conjunto de Administraciones Públicas y de cada uno de sus subsectores para el periodo 2025-2027 y el límite de gasto no financiero del presupuesto del Estado para el año 2025.

En el debate el portavoz de Hacienda del GPP en el Congreso, Pedro Puy Fraga en el Pleno del Congreso dijo que es “misión imposible” apoyar los objetivos de déficit del Gobierno dada su poca credibilidad, los riesgos de insostenibilidad y el abuso del procedimiento legislativo

• Puy Fraga, alegó razones “intrínsecas” a los objetivos de estabilidad presupuestaria y sostenibilidad financiera para rechazar el documento del Ejecutivo, porque los datos acreditan que las cuentas públicas no son sostenibles a largo plazo.

 • A este respecto, puso sobre la mesa el informe de julio de la AIREF sobre ejecución presupuestaria, deuda pública y gasto en el ejercicio de 2024, en el que advierte “del deterioro de la situación fiscal” de las Administraciones Públicas a medio plazo, que implicará un ajuste de 10.700 millones solo este año.

 • Asimismo, indicó que el documento del Ejecutivo no contempla gastos como el del incremento de la inversión en Defensa hasta el 2%, lo que obligará a un esfuerzo de 10.000 millones anuales puesto que “España es el país con menor presupuesto en esta materia, con una aportación del 1,28% del PIB”

• De igual modo, alertó de que el reparto de la deuda entre CC.AA. y el Estado puede ser “papel mojado” en el momento en el que el Ejecutivo pacte con sus socios cualquier medida que implique la condonación de la deuda a una Comunidad, que “afectará al reparto entre administraciones territoriales”

 • La segunda razón que desaconseja apoyar los objetivos de déficit de Sánchez es meramente económica, pues “el déficit estructural está en el 4% mientras las nuevas reglas fiscales marcan el 1,5%”. Además, “España es el primer país europeo con un 2,9% de incremento de la presión fiscal, y toda la mejora de la recaudación se debe básicamente a la inflación”

 • Señaló que si la economía creciese como “un cohete” el Gobierno debería aprovechar esta supuesta bonanza para reducir la deuda pública, en cambio la rebaja “tres veces menos” que un país vecino como Portugal.

 • La tercera y última razón es política, pues “el Gobierno no ha mantenido ni un solo contacto sobre el techo de gasto con el primer partido de España, sabiendo que el plan fiscal estructural a medio plazo va a comprometer al menos a dos gobiernos”, además de cargarse en el Senado la norma que le permitía hablar con el Partido Popular.

Llegado el momento de la votación votaron a  favor 171 y en contra 178. En consecuencia el objetivo del Gobierno fue rechazado.