Unas labores de mejora y mantenimiento del firme muy necesarias y demandadas reiteradamente por los usuarios y por sus representantes políticos, entre los que me encuentro.
Los trabajos consisten principalmente en la eliminación parcial mediante fresado de las capas de firme afectadas, reposición con nuevas mezclas bituminosas y repintado de marcas viales.
Según informó en junio el Mitma, en Ourense y Pontevedra se la inversión total asciende a 12,6 millones de euros:
- A-52, autovía de las Rías Baixas; 280 actuaciones entre los km 112,200 y 306,440
- A-75, autovía Verín- Frontera portuguesa; 36 actuaciones entre los km 0,000 y 12,800.
- A-55, autovía Vigo-Frontera portuguesa; 81 actuaciones entre los km 0,000 y 32,000.
- VG-20, segundo cinturón de Vigo; 10 actuaciones entre los km 2,000 y 13,400.
Estas obras tan necesarias, y que deben realizarse en época estival, están causando sin embargo muchas molestias a los usuarios, ya que vienen a coincidir con las vacaciones de verano y el consiguiente incremento de tránsito de vehículos. Ayer mismo lo pude comprobar yo en la A-52 al conducir mi coche en una retención que implicó tardar media hora desde el acceso centro de Ourense hasta el túnel de Alongos.
Y ayer también el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible anunciaba que continuarían mañana con las obras de rehabilitación del firme de la autovía A-52 en un tramo de casi 6 km, del 22 al 27,900 en sentido Benavente, a su paso por la provincia de Zamora, con un presupuesto de 7,13 Millones de euros (IVA incluido).
Espero que esta obras terminen pronto y que el resultado sea satisfactorio.