Dice así: “El ministro de Transportes, Óscar Puente, celebraba hace unos días el cale del túnel de Rante, en el tramo de 8 kilómetros en obras de la variante de Ourense, la gran circunvalación ferroviaria en vía doble que debería evitar el paso de los trenes por el tramo de 14 km en vía única entre Taboadela y la capital ourensana
Se está construyendo una
parte de esa variante, con las obras muy avanzadas, pero el tramo
Seixalbo-Ourense, que incluye un nuevo puente sobre el Miño antes de acceder a
la estación, ni siquiera se ha licitado y no aparece en los planos para la
reforma de la terminal ferroviaria ourensana, como publicó La Voz hace ya más
de un año. Las obras en el tramo contiguo comenzaron en enero del 2022, por lo
que el desfase entre ambas secciones es evidente.
Se da la circunstancia de
que el recorrido en obras confluye en una recta en Seixalbo, por lo que podría
ponerse en servicio sin necesidad de construir el anterior. Este hecho, y la
desaparición del nuevo acceso en doble vía de los planos de una estación que
estará en obras hasta el 2030, acentúa las sospechas de que el Ministerio de
Transportes y el ADIF pretenden construir por fases la variante de Ourense, tal
y como expresaron partidos políticos como el PP y el BNG en distintas preguntas
parlamentarias.
Precisamente en una respuesta parlamentaria a los diputados populares de Ourense, el Gobierno asegura ahora que será necesario licitar un nuevo contrato para adaptar un proyecto que ha quedado desfasado por los sucesivos retrasos. «En cuanto a los tramos pendientes entre Seixalbo y la estación de Ourense, los tres subtramos en los que se divide, aunque cuentan con el proyecto redactado, es necesario un nuevo contrato para la adaptación a la nueva normativa y a los precios».
Proceso
de licitación
La novedad de esta información proporcionada por el Ejecutivo de Pedro Sánchez no estriba en que el proyecto haya quedado obsoleto. Ya el delegado del Gobierno, Pedro Blanco, aseguró hace justo un año, en una visita a estas obras, que el proyecto de los siete kilómetros restantes está «en revisión para a súa adaptación ás novas normativas de seguridade e ao marco de prezos actual, para que a contratación se leve a cabo coas máximas garantías». Lo que no apuntó entonces el delegado del Gobierno en Galicia es que es necesario un nuevo contrato para realizar esa adaptación a la normativa de seguridad y cumplimentar la revisión de precios. Será necesario licitarlo, adjudicarlo y después vendrá un plazo para ejecutar los cambios en el proyecto.
Pero en la respuesta parlamentaria no aparecen ni previsiones ni plazos claros sobre este proceso. «Se trata de una revisión de proyecto, y eso no necesita un nuevo contrato. El delegado del Gobierno dio a entender, además que esa tarea ya estaba iniciada hace un año. La verdad es que todo suena a dilación deliberada, asegura el diputado del PP Celso Delgado, uno de los firmantes de la iniciativa parlamentaria para aclarar el futuro del último tramo de la línea de alta velocidad a Galicia”