El
prestigioso Departamento de Análisis Económico y Presupuestario del Congreso de los Diputados ha
elaborado un documento analiza las previsiones más recientes del Banco
de España, la OCDE y el Panel de Funcas, e incluye el cuadro comparativo de
previsiones para la economía española actualizado a marzo de 2025.
En resumen, las tres instituciones han
revisado al alza el crecimiento del PIB para 2025, situándolo entre el 2,5% y
el 2,7%, con una inflación prevista en torno al 2,5%.
Para
2026, se anticipa una moderación del crecimiento (1,9%-2,1%) y de la inflación
(2,1%).
El
mercado laboral se
mantendría resiliente, con una tasa de paro por debajo del 11%, y el saldo
exterior seguiría en superávit.
El déficit público se reduciría al 2,9% del PIB, aunque se subrayan riesgos por la incertidumbre global, la política comercial y la evolución de los precios y salarios.
• El Banco de España ha publicado su informe de Proyecciones
Macroeconómicas de marzo de 2025, revisando al alza el crecimiento del PIB en
2025 hasta el 2,7%. Para 2026, la previsión se mantiene en 1,9%.
• El informe Perspectivas Económicas de la OCDE, Informe
Intermedio de marzo de 2025 revisa sus previsiones para España, situando el
crecimiento del PIB en 2,6% en 2025 y 2,1% en 2026, con una inflación
moderándose hasta el 2,5% en 2025 y 2,1% en 2026. La OCDE destaca la
importancia de la consolidación fiscal a nivel global.
• El consenso del Panel de Previsiones de la Economía
Española de marzo de 2025 sitúa el crecimiento del PIB en 2,5% en 2025 y 1,9%
en 2026, con una inflación del 2,5% en 2025 y 2,1% en 2026. La tasa de paro se
reducirá hasta el 10,7% en 2025 y 10,3% en 2026, reflejando un mercado laboral
resiliente.
• El saldo exterior continuará en superávit, con una previsión
del 2,7% del PIB en 2025 y 2,5% en 2026, según el Panel de Previsiones de la
Economía Española de marzo de 2025. Por otro lado, el déficit público se
reducirá al 2,9% del PIB en ambos años.
• La OCDE destaca la incertidumbre global por las tensiones
comerciales, la inestabilidad política en la zona euro y la volatilidad
financiera, mientras que el Banco de España advierte sobre los riesgos internos
derivados de los efectos de segunda ronda en precios y salarios, así como la
incertidumbre sobre la inversión empresarial y la consolidación fiscal.